La negociación de cada año
El debate presupuestario indica la fuerza de que se dispone para gobernar
Los Presupuestos Generales del Estado tienen siempre una virtud: demostrar cuál es exactamente el peso del Gobierno de turno, la auténtica fuerza de que dispone para gobernar. En el caso del PSOE, los presupuestos del Estado para 2007 han venido a recordar una vez más una obviedad que, sin embargo, parece olvidarse a lo largo del resto del año: los socialistas gobiernan en minoría y, a la hora de aprobar las cuentas del Estado, están obligados a buscar el apoyo de otros grupos políticos.
En esta ocasión, las negociaciones se ha hecho todavía un poco más difíciles, porque el principal trámite parlamentario (la toma en consideración, el próximo martes, de las enmiendas a la totalidad, es decir, la posibilidad de que los presupuestos se vean directamente rechazados a las primeras de cambio) ha coincidido de lleno con una campaña electoral especialmente complicada e indecisa: la elecciones catalanas del próximo 1 de noviembre.
La batalla mediática que encabeza Zaplana divide a los parlamentarios del PP: "Basta comprobar cuántos de entre ellos han enviado ya artículos al diario 'Abc"
La imposibilidad de contar con el apoyo de CiU o ERC ha estrechado las posibilidades de maniobra de los socialistas y ha dejado prácticamente en manos del PNV (7 escaños) el ansiado e imprescindible apoyo. Pero, para complicar aún más las cosas, es también ahora cuando hay que negociar las cifras concretas del famoso cupo vasco en los próximos cinco años, es decir, la cantidad que la Hacienda de Euskadi debe entregar al Estado español en ese periodo de tiempo. El PNV está empeñado en quedarse con una cantidad algo mayor que la actual, en consideración, dice, a los nuevos gastos que tendrá que hacer frente derivados de la recién estrenada Ley de Dependencia y del incremento del gasto en I+D, que el Gobierno de Vitoria quiere gestionar directamente. Si el PSOE quiere que el PNV retire su enmienda a la totalidad y no sume sus votos a los ya seguros en contra del PP, de CiU y ERC, tendría que conseguir un acuerdo con el portavoz Josu Erkoreka antes de este martes.
Los socialistas se han encontrado también con problemas inesperados en las filas de Izquierda Unida (IU), un aliado fiel en los más variados debates parlamentarios, pero que ahora hace frente a una cierta pelea interna. El PCE exigió a Gaspar Llamazares que IU presentara una enmienda a la totalidad del presupuesto socialista para dejar clara su independencia y su mayor exigencia de gasto social. Las elecciones municipales asoman en el horizonte y muchos dirigentes de IU preparan ya sus estrategias.
Llamazares no aceptó las presiones y no presentó la enmienda total que reclamaba parte de su grupo, porque es consciente de que los usos reglamentarios obligan a votarlas todas juntas y que sus cinco votos se sumarían necesariamente a los del PP (148), CiU (10), ERC (8), PNV (7) y Eusko Alkartasuna (1). Es decir, 179 votos en contra y una derrota parlamentaria del Gobierno en toda regla. El líder de IU anunció que su grupo se abstendría, lo que dejaba definitivamente abierta la puerta al posible arreglo PSOE-PNV.
Antigallardonistas
El resultado final de las negociaciones del Presupuesto y las elecciones catalanas del próximo día 1 van a marcar con fuerza el desarrollo de la segunda parte de esta legislatura. Y el PP no va a quedar tampoco al margen de esa gran influencia. Si el resultado electoral catalán arrebata dos o tres escaños al Partido Popular, pocos militantes populares creen que Josep Piqué pueda resistir al frente del partido en Cataluña.
"Los que dentro del partido se alegran con esa posibilidad deberían reparar antes que el mayor apoyo de Piqué ha sido y es Rajoy, y que un eventual fracaso de Piqué alcanzaría también al presidente, acentuando su indecisa dirección", se irrita un dirigente regional del PP, molesto con los ataques internos que continúa recibiendo, incluso durante la campaña electoral, el ex ministro popular.
"Es como quienes atacan desde nuestras propias filas a Alberto Ruiz Gallardón", prosigue. "Lo que ha ocurrido con Bono, que ha estado a punto de presentarse a la alcaldía de Madrid, debería hacer pensar a los antigallardonistas: sin él, que es un valor seguro, Bono se hubiera presentado y hubiera arrasado en Madrid. Mejor que se tomen un respiro en sus ataques. ¿O acaso creen que perder la alcaldía de Madrid no sería directamente una puñalada en el corazón de las posibilidades electorales de Rajoy?", añade el mismo dirigente popular, que se declara cada vez más preocupado por la división que provoca entre los diputados populares la batalla mediática que encabeza el portavoz Eduardo Zaplana: "Basta con ver cuántos parlamentarios del PP han enviado artículos para que se publiquen en Abc, asegura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.