Blasco afronta los primeros roces con el equipo que heredó de Rambla en Sanidad
La dimisión del jefe de Informática revela tensiones internas en el departamento
La falta de sintonía entre el consejero de Sanidad, Rafael Blasco, y el equipo heredado de su antecesor en el cargo, Vicente Rambla, es cada vez más evidente. La dimisión del jefe de informática la semana pasada, Alfonso Jiménez -hermano del director general de recursos económicos, Eloy Jiménez-, ha sacado a la luz la tensión existente en el departamento. El responsable de las aplicaciones informáticas dejó su cargo después de que la consejería pidiera un informe externo que corrige la valoración que hicieron los propios técnicos de Sanidad de un millonario concurso.
En Sanidad no recuerdan una adjudicación contraria a los criterios técnicos
Rafael Blasco desembarcó en la Consejería de Sanidad en mayo de este año con el mandato del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de respetar al equipo que formó su anterior titular, Vicente Rambla. De hecho, la despedida del actual consejero portavoz se convirtió en una muestra de apoyo y reconocimiento a la estabilidad que había dado a un departamento inclinado a los escándalos en los últimos años. Pero el traje a medida que Rambla hizo de la consejería a través de la selección de altos cargos y puestos directivos parece no acabar de sentar bien a su sucesor.
Blasco sólo se llevó tras él al jefe de gabinete, al de prensa, a sus asesores y apenas hizo cambios entre los altos cargos. Poco más que el relevo en la secretaría general administrativa de Salvador Algarra por Tina Sanjuan, que ha acompañado a Blasco en este cargo en las anteriores consejerías que ha ocupado.
Fuentes de Sanidad destacan el importante papel que está desempeñando este servicio, adquiriendo atribuciones de las que no gozaba, que era "puramente burocrático" con Rambla y que ha tenido un papel determinante en la crisis abierta en el área de informática. Técnicos de este departamento realizaron una baremación de las empresas que se presentaron al concurso de mantenimiento y administración técnica de la infraestructura del Centro del Proceso de Datos que salió con un coste de tres millones de euros. En el examen, la empresa Entel obtuvo el último puesto en valoración técnica y el undécimo al considerar la oferta económica, según las mismas fuentes. El resultado, en lugar de remitirse al servicio de contratación, "como es habitual", se envió a la subsecretaría, según las nuevas directrices de la consejería, que no lo avaló. Poco después, la consejería encargó un estudio externo que dio la vuelta a la valoración de los técnicos de Sanidad y situó en primer lugar a Entel. "En los últimos años no recuerdo ninguna adjudicación que haya contradicho las indicaciones de los técnicos", apunta un funcionario.
Con el nuevo informe, se emitió recientemente una propuesta de adjudicación para conceder el concurso a Entel. Por entonces, el jefe del área de informática ya había dimitido. Una renuncia que en la consejería vinculan directamente a su negativa a aceptar una adjudicación contraria a los criterios técnicos de su departamento y que se concediera el concurso a Entel. En su despedida, sin embargo, aludió a motivos profesionales relacionados con la oferta que le había planteado una empresa informática.
Junto a él, otros técnicos se plantean la posibilidad de dejar su puesto si la consejería contrata finalmente a la empresa desechada por los especialistas de Sanidad. Y es que la empresa adjudicataria será la encargada de velar por el buen funcionamiento de los ordenadores y los servidores centrales de la consejería, lo que equivale al buen funcionamiento de la sanidad valenciana. Y tras los problemas de los últimos meses, los técnicos no quieren dejar en manos inexpertas el mantenimiento de estos equipos que eche al traste sus esfuerzos.
De ahí que todo el departamento tiene la vista puesta en la decisión final de la adjudicación que, irónicamente, tiene que firmar el responsable de recursos económicos de Sanidad, Eloy Jiménez, hermano del jefe de informática dimitido, que suele firmar por delegación del secretario autonómico, Manuel Cervera.
A la tensión en este departamento se suma la incertidumbre existente en la consejería por el futuro del consejero, Rafael Blasco, que de momento parece contar con pocos puntos para seguir al frente de este departamento después de las elecciones
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