Parásito casero

Aquí llega el segundo gorrón del mes. Tras el espécimen patrio encarnado en el mísero Juan Diego Botto de la estupenda Vete de mí, de Víctor García León, aterriza ahora el cualificado jeta interpretado por Owen Wilson en Tú, yo y ahora... Dupree, versión amistosa de la consanguinidad implícita en los protagonistas de la película española. Eso sí, donde en ésta había reflexión sobre la condición humana al tiempo que un bendito divertimento, en la cinta estadounidense sólo hay fútiles intenciones de sonrisa, rato agradable y a otra cosa. Objetivo que sólo se cumple de forma honrosa en su primera mitad para luego desvariar en una espantosa segunda parte hacia un torrente de humor físico sin originalidad ni gracia.

Matt Dillon, reciente premio Donostia, tira de oficio para enmascarar sus dudosas virtudes para la comedia, mientras que a Wilson, payaso por excelencia, se le nota más cómodo en el papel de treintañero desvergonzado reconvertido en intruso casero. Lo malo es que el guión del novel Mike LeSieur huele a humor precocinado una y mil veces, de sabor soportable cuando domina el chiste verbal, pero que indigesta cuando las situaciones derivan hacia el gag visual.