El tranvía gana más del 30% de pasaje y se consolida como medio de transporte

A lo tonto a lo tonto, el tranvía se va consolidando como medio de transporte. Nació en medio de un rechazo abierto porque las poblaciones que cruza preferían el metro. Pero su uso crece: el 28,5% en las líneas del Baix Llobregat y hasta el 37,9% en la del Besòs, a pesar de que funciona sólo parcialmente. Otro tramo del Besòs entra en funcionamiento mañana y durante dos días (sábado y domingo) los vecinos de la zona por donde pasa podrán utilizarlo de forma gratuita con los billetes que se han distribuido por los buzones o los que se regalarán en las paradas.

Las líneas de tranvía que hay en la Barcelona metropolitana terminarán el año con unos 15 millones de usuarios. Los datos del periodo que va desde el 1 de enero hasta el 31 de agosto de este año señalan que han superado ya los 10 millones de pasajeros, con un incremento del 32,3% respecto a los mismos meses del año pasado. Si se toman los nueve primeros meses de 2006, la cifra de usuarios del tranvía supera ya los 12 millones de pasajeros.

Este crecimiento irá a más a partir de mañana, cuando entre en funcionamiento un tramo de la línea T-5 comprendido entre la plaza de las Glòries y, casi casi, el río Besòs.

Este tramo empezara a funcionar mañana sin inauguración oficial alguna para evitar acusaciones de electoralismo, dada la proximidad de la campaña electoral. Todo lo previsto es que el concejal del distrito, Francesc Narváez, coja el tranvía, pero "a título personal", según fuentes municipales.

En estos momentos funciona la llamada línea 4 (las tres primeras corresponden al Trambaix). Tiene una longitud de 6,42 kilómetros y los vehículos pasan con una frecuencia media de ocho minutos.

A partir de mañana funcionará también un tramo de la línea 5. Ambas coinciden en Glòries, lo que permite a los usuarios intercambiar de forma gratuita ya que los tranvías se hallan integrados en el sistema tarifario general. El tramo de la línea 5 que entra en servicio tiene 2,88 kilómetros y la frecuencia será también de ocho minutos.

La línea 5 se prolongará, en primavera, hasta Badalona, lo que hará que tenga un recorrido total de 6,97 kilómetros. Como se incrementará el número do convoyes, la frecuencia de un tranvía cada ocho minutos se mantendrá.

En total, cuando funcionen las líneas 4, 5 y 6 al completo, el tranvía del Besòs tendrá 30 paradas, con un punto de coincidencia en la plaza de las Glòries para posibles intercambios entre ambas líneas o con el metro, punto en el que también se puede intercambiar en diversas paradas de la línea 4 en Diagonal.

Los responsables de la movilidad del Gobierno catalán están abiertamente satisfechos con la evolución del tranvía, un medio de transporte de cuya paternidad, recuerda el secretario de Movilidad, Manel Nadal, no se responsabilizaba nadie.

Virtudes del tranvía

El tranvía ha tenido dos virtudes. La primera, servir de instrumento de urbanización de las zonas por las que pasa; la segunda, ganarse a los usuarios, que no dejan de crecer.

No ha sido tarea fácil. Los vecinos, en general, eran reacios a un medio de transporte que circula por la superficie, interfiere con el transporte privado y tiene prioridad semafórica. Además, la empresa Transportes de Barcelona, que gestiona los autobuses, ha hecho de todo menos colaborar, como lo demuestra su reticencia a reducir líneas de autobús con trayecto coincidente y que en algunos puntos de la Diagonal no coincida la parada del tranvía con la del autobús. Además, el Ayuntamiento de Barcelona ha priorizado los autobuses, cuyos usuarios no deben cruzar calzada alguna, al contrario de lo que ocurre con los del tranvía, desoyendo las peticiones hechas en su día por la Autoridad del Transporte Metropolitano para que las paradas coincidieran y se destinara a los autobuses el tramo central de la Diagonal, dejando el lateral para giros de los coches privados.

Pese a todo, el tranvía ha ido ganando pasaje, con frecuencia en detrimento de los autobuses. Los datos son elocuentes. El incremento (28,5%) del tranvía en la zona sur de la avenida Diagonal (entre la zona universitaria y Francesc Macià) coincide con pérdidas de pasaje en las líneas de autobús coincidentes y hace que la ganancia de usuarios de Transportes de Barcelona sea más que mínima: 0,9% en los ocho primero meses de este año.