Los sindicatos piden garantías de empleo en el sector aeronáutico

CC OO y UGT pidieron ayer al Gobierno que tome medidas para garantizar el empleo en el sector aeronáutico y que aumente su participación en EADS para no depender de las decisiones de los Gobiernos alemán y francés en la crisis de Airbus. El Grupo Industria de Turbo Propulsores (ITP) anunció ayer que a los 130 despidos en su planta de Zamudio se suman otros 50 en otras dos filiales de Vizcaya.

El secretario de política sindical de MCA UGT, Carlos Romero, señaló ayer en Madrid que hay empresas del sector aeronáutico que no podrán soportar los costes financieros del parón del A-380. Así, pidió al Gobierno que coordine "todas las iniciativas", ya que no se trata de un problema local ni autonómico. Los sindicatos recordaron que no sólo hay que pensar en los 9.000 trabajadores, sino al conjunto del sector y las empresas auxiliares, que suman unos 30.000 empleos.

El secretario de Política Industrial de FM-CC OO, Ramón Górriz, fue más allá y señaló: "Es necesario que no seamos espectadores de lo que digan y hagan los Gobiernos francés y alemán". Así, pidieron una mayor participación del Gobierno en el consorcio europeo. El Ejecutivo volvió a condicionar el aumento de participación a una mayor carga de trabajo.

CC OO y UGT, tras mantener una reunión en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con el vicepresidente de ésta, Federico Montero, y el consejero español en EADS, Juan Manuel Eguiagaray, pidieron que se creara una mesa en la que participen los empresarios del sector, los ministerios de Industria y Trabajo y los sindicatos, para hacer un diagnóstico compartido de la situación y tomar medidas para paliar la crisis del sector aeronáutico.

Incidencia en otros lugares

Eguiagaray aseguró que la crisis del A-380 va a "tener más incidencia en otros lugares que en España, no sólo por la menor dimensión de la participación industrial española, sino porque la mayor parte de los problemas se han generado en otros lugares". La SEPI apostó ayer por el éxito del proyecto Airbus. La cumbre francoalemana de hoy en París tendrá como asunto central la crisis del grupo aeronáutico. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Jacques Chirac, quieren escenificar su apoyo a EADS en un momento de crisis que puede suponer la destrucción de 10.000 empleos.

Pese a estas palabras, ayer el grupo Industria de Turbo Propulsores (ITP) anunció que su ajuste de personal por los retrasos en el A-380 supondrá, además de los 130 empleos suprimidos en la planta de Zamudio (Vizcaya) de motores, la salida de otras 50 personas en otras dos fábricas: ITA, también en Zamudio, fabricante de tubería aeronáutica, y la fundición Precicast Bilbao, en Barakaldo (Vizcaya). ITP participa a riesgo compartido con Rolls-Royce en el programa Trent 900 para fabricar el motor del A-380. La empresa vasca realiza el 16,6% del motor, la turbina de baja presión.

Desde ITP, en una nota de prensa, se aseguró ayer que su producción también se ve afectada por "el lento ritmo de ventas" del avión A-340, del que realiza a riesgo compartido el 12% del motor.