Rusia estrecha el cerco sobre Georgia
Moscú incrementará la factura del gas al país vecino y se blindará contra sus inmigrantes
Rusia estrecha el cerco a una Georgia cada día más hostil. El presidente Vladímir Putin ordenó ayer reformar la legislación migratoria e introducir medidas que golpearán ante todo a los georgianos, a los que no se darán cuotas para obtener permisos de trabajo. Además, Moscú recrudecerá la lucha contra la inmigración ilegal lo que afectará principalmente a los georgianos. También se aprobarán nuevas normas concernientes al trabajo de extranjeros en los mercados de Rusia para dar preferencia a los ciudadanos rusos. Las medidas suponen un brusco retroceso con respecto a la legislación aprobada en junio pasado que liberalizaba el proceso de conseguir permisos para los extranjeros y que debía entrar en vigor en enero próximo.
Mientras, el gigante del gas ruso, Gazprom, hizo saber a Tbilisi que en 2007 deberá pagar el gas que recibe actualmente a un precio subvencionado de 110 dólares (92 euros) por mil metros cúbicos, a un precio de entre 170 y 250 dólares, lo que dificultará enormemente la compra de 600 millones de metros cúbicos -un tercio del gas que Georgia consume-, informa Reuters.
Los residentes georgianos en Rusia son los que pagan los platos rotos por el presidente Mijaíl Saakashvili, que la semana pasada detuvo a cuatro oficiales rusos -que fueron liberados el lunes-. La policía afirmó haber descubierto ayer irregularidades en el casino Bacará -el tercero controlado por georgianos que sufre las consecuencias de la crisis- y en varios restaurantes. Además, fue detenido en Moscú Alexéi Gudina, el hombre de confianza de los grupos criminales georgianos en San Petersburgo, y en Toliatti, Tenguiz Gapodze, ciudadano de Georgia al que le incautaron siete gramos de heroína y una pistola. Según la policía, Gapodze controlaba varios comercios en esa ciudad a orillas del Volga y "mantenía contactos con las comunidades criminales de las regiones adyacentes".
Moscú ha amenazado con introducir nuevas sanciones contra Tbilisi, además de las que ya están en vigor. Entre las medidas que se estudian figura una severa limitación de las transferencias bancarias a Georgia. Rusia, sin embargo, no usará su arma energética en este conflicto y no cortará el abastecimiento de gas a Tbilisi, aunque Gazprom subirá drásticamente el precio del combustible, como también quiere hacer con los otros países que antes formaban parte de la URSS, incluida Bielorrusia, aliada del Kremlin.
Mientras tanto, Irina Sarishvili, legendaria política que durante la época soviética luchó por la independencia de Georgia, divulgó una declaración de la coalición Salvación en la que acusa a Saakash-vili de haber instaurado una "dictadura, basada en el terror y la violencia". Ahora ella teme ser encarcelada, como lo han sido sus compañeros, cuando regrese de Moscú a Tbilisi en los próximos días. Sarishvili lamentó que la oposición haya sido incapaz de unirse en el boicoteo a las elecciones municipales celebradas en Georgia ayer, lo que las legitima.
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