Villa da un paso al frente

Silvia Doroscherova, secretaria de la selección, es la maestra de ceremonias del rito del reparto de dorsales. Se trata de un acontecimiento normalmente trivial. El martes por la noche, sin embargo, el acto tuvo tintes truculentos y heroicos. La norma dice que la secretaria de la selección va llamando a los jugadores por orden de veteranía, esto es, por los partidos jugados con España. Casillas, con 62 internacionalidades, Xavi, con 39, Puyol, con 38, Albelda, con 37, y Torres, con 36, son los primeros de la lista. Los más curtidos también son quienes tienen más derechos. Casillas podría elegir cualquier dorsal, pero por norma consuetudinaria selecciona el uno. Lo mismo hicieron Xavi con el ocho, Puyol con el cinco, y Albelda con el seis. La cosa se puso más seria con Torres, que eligió el nueve, como de costumbre, dejando sin elección a Villa, un jovenzuelo con sólo 14 partidos con España.

"Hay que pasar página", dijo David Villa, poco proclive a la nostalgia

Al llegar su turno, Villa hizo uno de esos gestos que hacen del fútbol una actividad esotérica. En su elección de camiseta había mucho más significados que una simple vocación estética. "Me gusta el nueve", contó ayer; "pero también me gusta el siete". Como el nueve fue para Torres, al delantero del Valencia no le quedó más remedio que ir al encuentro de su destino y señaló el siete. El resto de la expedición contuvo la respiración y Luis Aragonés, el seleccionador, dio un suspiro de alivio. El viejo dorsal de Raúl, ese siete que tanto agitó en la celebración de su último gol, como si fuese un carné de identidad, pasó de un plumazo a la espalda de otro jugador más joven y que lleva muchos más goles en el último año: 25 contra cinco.

"Hay que pasar página", dijo David Villa, poco proclive a la nostalgia, para explicar por qué eligió el dorsal número siete, el mismo que llevaba el ex capitán. "Él no va a estar en Suecia", constató con objetividad el delantero; "y tenemos que sacar el partido adelante los que vamos". En el Valencia, el ariete ya lleva el número siete en la camiseta.

Preguntado por el extraño rumor que predecía un homenaje a Raúl en forma de vacío de su viejo número, Luis Aragonés, el seleccionador, aseguró que le resultaba "indiferente" que el vestuario se conjurase para evocar de ese modo al futbolista madridista, no convocado tras 102 internacionalidades. "Si quieren llevar el 19, el 20 o el que sea, pues que lo hagan, yo no le doy importancia", dijo.