Fomento anuncia un aumento de 5.000 plazas en Cercanías de Barcelona antes de finales de año

El servicio de los trenes de Cercanías en Barcelona es "caótico", a juicio del senador Pere Macias (CiU), y simplemente "mejorable" en opinión de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. El primero se interesó ayer en el Senado por las frecuentes averías que han producido el "caos" en los trenes y reclamó más inversión y una dirección más cercana a la ciudadanía. La ministra replicó que la inversión se ha duplicado, aceptó que había habido problemas y anunció que antes de final de año la capacidad de los trenes aumentará en unas 5.000 plazas diarias.

Fue un debate cortés y escasamente ácido. Pero Macias estuvo contundente en la denuncia de los problemas de Cercanías y Álvarez se mantuvo firme en que los problemas son heredados, tras años de escasa inversión. La tesis de la ministra es que no se puede ampliar la red en cuatro días (se conseguirá con las obras del AVE), pero sí se pueden poner trenes con mayor capacidad. Se está haciendo, dijo, y la decisión es previa a las lluvias de los días 12 y 13 de septiembre y al cúmulo de averías posteriores.

El resultado, explicó, es que antes de final de año se habrán incorporado a Barcelona ocho trenes (cuatro nuevos y otros cuatro reformados) que permitirán mejorar la capacidad de las líneas C-1, C-2 y C-4, que son las que transportan mayor cantidad de personas. Para el conjunto de Cercanías, dijo, se han encargado 80 trenes que entrarán en servicio paulatinamente hasta 2009. Esto supondrá un incremento del 35% de la capacidad de la red y un rejuvenecimiento del 30% del material móvil. Este material, añadió, era bastante viejo cuando ella llegó al ministerio. Algunos datos. En esa fecha (2004) un tren tenía más de 26 años y 25 unidades superaban los 23 años. Además, no se había incorporado material nuevo a Barcelona desde 2001.

Macias tenía un diagnóstico parcialmente coincidente. En su opinión, Cercanías acometió una reforma profunda y efectiva a principios de los ochenta cuando la responsable de Renfe era Mercè Sala. Desde entonces, sin embargo, había caído en el marasmo y no se había adaptado a los cambios de residencia y movilidad que han registrados los municipios del área metropolitana. El senador convergente aportó también sus datos. En 2001 se produjo la integración tarifaria, a la que se incorporó Renfe. En aquella fecha, los servicios de Cercanías transportaban 95 millones de pasajeros, con unos ingresos de 80 millones de euros. El pasado año fueron 122 millones de usuarios y unos ingresos de 113 millones. Es decir, los pasajeros han crecido el 28,8% y los ingresos el 41%. Lo que no ha crecido, dijo Macias, es la oferta de trenes.

Tras las averías de septiembre, sostuvo Macias, está la falta de inversión. Aceptó que el actual Gobierno la ha duplicado, pero la del anterior (del PP) era tan baja, dijo, que el doble sigue siendo poco. Además, remató, el problema es la falta de una autoridad en el propio territorio que controle la evolución de las obras, al modo que se hace en el aeropuerto.