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EADS reconoce que el retraso en la entrega de los Airbus 380 le costará 4.800 millones

La compañía pondrá en marcha un plan de ahorro de 2.000 millones de euros anuales

Isabel Ferrer

La compañía Airbus, filial de aviación civil del consorcio aeronáutico europeo EADS, entregará las primeras unidades del superjumbo A380, con capacidad para transportar a más de 500 pasajeros, con otro año de retraso. Los primeros aparatos estarán listos en la segunda mitad de 2007, pero el flujo de aviones no se estabilizará hasta 2008. La nueva tardanza, que repercutirá muy negativamente en la industria auxiliar española, tendrá un impacto de 4.800 millones en el resultado de explotación de EADS hasta 2010. La empresa aplicará un plan de ahorro de 2.000 millones de euros anuales.

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El nuevo calendario del programa A380 prevé la entrega de los primeros aviones en la segunda mitad de 2007. Un año después, otros 13 aparatos; en 2009 habrá 25 más. Y en 2010, serán 45. "En conjunto afrontamos otro año de retraso, pero el primer certificado del A380 podría estar listo a finales de este año. Las pruebas de vuelo llevan también buen ritmo", señalaba el comunicado emitido tras la cita holandesa.

Consciente de los problemas que le causan los continuos retrasos del que será el avión comercial más grande del mundo -con capacidad para más de 500 pasajeros- EADS anunció a su vez un programa para recuperar la competitividad. Con el Power 8, denominación del plan, tratarán de generar un ahorro de unos 2.000 millones de euros anuales a partir de 2010. La compañía apuntó que habría ajustes "en otras partes del grupo", que tal vez sean analizados hoy con los gerentes y los representantes de los trabajadores. No obstante, no ha dado ningún detalle sobre los posible scierres y el impacto en la plantilla.

El consorcio suma 113.000 empleados y 80 plantas industriales. Del total, Airbus tiene 58.000 empleados. En cuando a las cuentas recién hechas, EADS calcula que el programa del A380 generará unas pérdidas de explotación de 2.800 millones de euros hasta 2010 en lugar del beneficio de 2.000 millones previsto. A esos 4.800 millones menos de resultado de explotación se suman otros 1.500 millones de capital circulante, lo que eleva a 6.300 millones el impacto en términos de flujo de caja libre. "Pero las contribuciones serán importantes desde 2010", según el grupo.

La compañía Emirates Airlines, principal cliente de Airbus con un pedido de 43 aviones A380 evaluado en 10.600 millones, recibió con irritación la noticia. "Es un problema muy grave para nosotros y mantendremos abiertas todas nuestras opciones", aseguró su presidente, Tim Clark. A su colega británico Richard Branson, propietario y fundador de Virgin que esperaba seis aviones, no se le confirmaron fechas. Según el nuevo calendario, la alemana Lufthansa no tendrá en sus hangares el primero de sus 15 aparatos hasta el verano de 2009. La australiana Qantas, con 12 aviones; Air France con 10, igual que Singapore Airlines, y la firma de envíos UPS, entre otros, repasaban anoche los plazos de recepción.

Consecuencias en España

Además de la merma de prestigio, se suma la posibilidad de ser multado si sus clientes se convierten en acreedores por las pérdidas sufridas con la espera. En agosto, Qantas avisó que había registrado ya unas pérdidas de 80 millones de dólares y esperaba que Airbus las enjugara. Un poco antes, en junio, al conocerse la reducción de entregas previstas para 2007, la cotización en Bolsa cayó un 27% en un día.

Si a ello se añade la perspectiva de perder comba en mercados aeronáutico como Asia y el Golfo, serían las arcas de Airbus las que sufrirían un fuerte golpe.

Además, va a tener consecuencias muy negativas para la industria auxiliar. Los subcontratistas españoles han cumplido con sus compromisos en plazo y ahora no recibirán más pedidos. Y los pagos no llegaran hasta que los aparatos se entreguen. Eso significa que, en muchos casos, puede paralizar la actividad.

Airbus se enfrenta a un reparto del poder de decisión entre Alemania y Francia. Ambas prefieren no repartir la producción a terceros países para evitar despidos. Según los analistas, un posible acuerdo consistiría en que las plantas de Hamburgo se hicieran cargo del modelo A320 (de un solo pasillo), para adelantar también la construcción del nuevo A350. En Toulouse se concentraría el A380. Para Christian Streiff, presidente de Airbus, la situación es especialmente delicada.

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