La tragedia vive en el tajo

En los nueve primeros meses de 2006, han fallecido 141 trabajadores en el tajo en Andalucía. Una cifra que supera con creces las estadísticas del año pasado. EL PAÍS reunió a cuatro protagonistas directos de esta lacra social: al trabajador de la construcción José Juan Narváez Tudor; al sindicalista Manuel Guerrero Mantel, secretario de Salud Laboral de UGT Andalucía; al empresario Manuel Sillero, gerente de la Asociación de Constructores y Promotores de Obras de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA); y al fiscal Federico Buero, coordinador de siniestralidad laboral de la Fiscalía de Sevilla. Todos aportaron su visión sobre los accidentes laborales, sus causas, las medidas preventivas, las sanciones y posibles soluciones para erradicar esta lacra social.

Empresario: "El máximo responsable de la seguridad debe ser el propio trabajador"

Fiscal: "Es positivo que los familiares se personen como acusación particular"

El encuentro entre representantes del amplio colectivo directamente afectado, un trabajador de la construcción, un fiscal, un empresario y un sindicalista, se celebró la pasada semana en la sede de EL PAÍS Andalucía, casi al tiempo que en Barcelona los trabajadores de la construcción paraban un día en protesta por la alta siniestralidad que registra este sector.

Pregunta. ¿Qué es lo primero que piensan al concer la muerte de un trabajador?

Trabajador. Otro más.

Sindicalista. Drama familiar y personal.

Empresario. Necesidad de seguir buscando soluciones.

Fiscal. Drama social que no sólo afecta a la familia, sino a la sociedad en su conjunto.

P. ¿Y cuando conocieron la primera sentencia que condena a empresarios y responsables de obra a penas de cárcel?

T. Parece que la cosa se mueve. Va empezando.

S. Ejemplo necesario para los reincidentes incumplidores de la Ley.

E. El sistema tiene sus normas y su aplicación tiene unos procedimientos que funcionan.

F. Yo no he leído aún la sentencia de la Audiencia de Madrid, pero si se abre un abanico de penas de entre uno y tres años será porque el Tribunal habrá observado una gravedad o una falta relevante de medios de seguridad.

P. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó recientemente su intención de considerar la siniestralidad laboral una cuestión prioritaria del Estado, al igual que los accidentes de tráfico.

T. Todavía no lo veo.

S. Es un apoyo más ante una situación que crea alarma y que es una cuestión social.

F. Es importante que haya una concienciación y que no se ignore este asunto. Si debatimos sobre esto, o si el Gobierno o las autoridades autonómicas se ocupan del tema con esta intensidad, es porque se considera un drama de gran relevancia social que debe ser tratado con todos los medios posibles.

E. Me parece importante que se tome la dimensión real del problema y que se actúe, pero que no se quiera aplicar por ello medidas ejemplarizantes y populistas que nos aboquen a soluciones erróneas.

P. ¿Cómo se le explica a una viuda el fallecimiento de su marido por algún tipo de negligencia?

T. Yo, gracias a Dios, no he tenido ningún caso de esos. Ni próximo tampoco, pero comunicárselo debe ser muy duro.

S. Es la comunicación más dura. Todo lo que sea un accidente de forma violenta e inesperada es de lo más duro.

F. A mí me llama la atención, y creo que es positivo, que en muchos procedimientos los familiares, la viuda o los hijos de la víctima se están personando como acusación particular. Es un hecho que me parece positivo.

E. El drama de un fallecimiento cercano e inmediato de una persona querida es totalmente ajeno en principio a las circunstancias que lo han motivado. Eso ya vendrá en un segundo plano o en un segundo momento, en el que podrá agudizarse el sentimiento de pena o de rabia por esa pérdida, pero en el momento es indiferente cómo ha ocurrido y porqué ha ocurrido. Simplemente que, por desgracia, ha ocurrido.

P. ¿Qué está fallando para que en 2006 se superen los fallecimientos de años anteriores?

F. Las normas que regulan la prevención de riesgos laborales, la seguridad en el trabajo son suficientes y son de las más avanzadas de Europa. El problema estriba en el cumplimiento de las normas y en la complicación que tienen los procedimientos para dilucidar las responsabilidades en los accidentes laborales. La justicia es muy lenta y en estos casos la instrucción se prolonga en exceso porque hay muchos problemas de interpretación para conocer quiénes son los autores de la omisión de las medidas que hay que establecer para proteger a los trabajadores. Hay que poner el acento en la gran cantidad de subcontratas que trabajan con la dificultad añadida para controlar su actividad.

E. No estamos satisfechos sobre la evolución de la siniestralidad laboral, aunque se está avanzando mucho en la sensibilización y concienciación. Hay un panorama preocupante en el que debemos poner el acento: la incorporación de los inmigrantes al mercado laboral. Tendrán barreras muy importantes, como la idiomática. Tenemos una normativa progresista y ejemplarizante, pero en ocasiones no es la más adecuada porque nuestro contexto no estaba preparado para una norma tan avanzada. Quizás nos hemos equivocado en la norma y en buscar responsabilidades únicamente en el empresario. No sólo puede verse al empresario como el único responsable, los trabajadores, los sindicatos y la Administración deben implicarse más. Hay que exigir a todas las partes que no sean pasivos. El máximo responsable de la seguridad debe ser el propio trabajador.

"La justicia es lenta, por los problemas para conocer a los autores de la omisión"

"No sólo puede verse al empresario como el único responsable del accidente"

"Hay sensación de impunidad al limitar la responsabilidad en esta materia"

"Existen montones de empresas para las que el tema de la prevención es nulo"

Fiscal

Empresario

Sindicalista

Trabajador

S. No estamos satisfechos con las cifras. En las negociaciones de la concertación social, negociamos nuevas medidas ante la situación que sufrimos porque no estamos logrando los resultados deseados. Estamos preparados para admitir la norma, pero ocurre que la mayor siniestralidad se produce en las microempresas o falsos autónomos. Ahí es donde se está produciendo una verdadera incidencia en la siniestralidad, porque hay un altísimo incumplimiento de la norma de prevención de riesgos laborales. Se está produciendo una cierta sensación de impunidad que limita la responsabilidad en esta materia. Ocurren los accidentes, pero en ocasiones parece que no tienen consecuencias de ningún tipo. Hay además una alta temporalidad, inestabilidad y precariedad en el empleo que influye en muchas ocasiones en una elevada siniestralidad laboral.

T. Todo es muy bonito y está muy bien. Tenemos una norma fantástica, pero que hay que cumplirla. Lo digo porque yo estoy debajo de los andamios. A mí nadie va a venir de arriba a decirme qué pasa abajo. En las reuniones de arriba todo es muy bonito, pero cuando hay que colocar el ladrillo, las cosas varían: existen montones de empresas para las que el tema de prevención es nulo. No saben ni lo que es la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y menos, por tanto, cumplirla. Hay subcontratas que están a cero en servicios de prevención, sin reconocimientos médicos y sin formación de sus trabajadores. Se limita, en ocasiones, a cinco minutos en los que el técnico les habla de cuatro cosas. Ese es el curso de formación que se les da. No hay delegados de personal en muchas empresas. Faltan muchas cosas. La Ley es fantástica, pero hay que cumplirla.

P. ¿Qué papel están jugando la Inspección de Trabajo y los servicios de prevención?

S. La inspección de trabajo está infradimensionada para el trabajo que tienen. Necesitamos más medios y más técnicos. Las empresas deben también asimilar que invertir en prevención no es un gasto sino una inversión.

T. La Inspección de Trabajo debe involucrarse un poquito más. El último inspector que vino a mi obra fue hace cinco meses. A mí no me preocupa que venga, porque a mí me ayuda. Necesito que me dé consejos y me diga qué estoy haciendo mal. Necesito un inspector que ayude y no sólo con espíritu sancionador, porque para sancionar siempre hay tiempo. Deben mejorar los servicios de prevención porque un técnico no puede tener 250 empresas a su cargo. Hay que mejorar también la formación de los trabajadores.

F. La Inspección de Trabajo está carente de medios personales y sobrepasada en exceso de trabajo. Con todo, los informes de los inspectores son magníficos. Todo son alabanzas desde la Fiscalía al trabajo que desarrollan en los accidentes laborales, porque somos conscientes de las carencias que tienen porque el mundo de la siniestralidad laboral es inabarcable en su conjunto. El problema es el incumplimiento de las normas preventivas, pero cada vez hay más concien-ciación, y no estoy de acuerdo con la sensación de impunidad porque la mayoría de los procedimientos que nos llegan tienen su recorrido judicial. La Fiscalía y la Junta han firmado un convenio para colaborar al respecto

E. El año pasado se dio la paradoja de que hubo menos accidentes cuando fue el año en el que menos plantilla hubo de inspectores de trabajo, porque muchos estaban de baja. Fue el año además de menos sanciones. Es algo que nos descoloca. El tema de que haya una Inspección que sancione más es para que haya menos accidentes. Pues no es así, si nos atenemos al año pasado. Quizás estamos errando el planteamiento.