Una red para el tabaco
Cetarsa asegura un 70% de las compras del producto en rama
La Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa) nació en 1987 para apoyar la comercialización de este producto. Dos décadas más tarde, y a pesar de la llegada de compañías privadas, esta empresa pública realiza el 70% de las compras y se mantiene como una red de seguridad para un sector en recesión, al tiempo que sirve como instrumento de equilibrio del mercado.
De ser casi el único operador en el sector, la empresa pública redujo su presencia en los últimos años hasta una media en el entorno del 70%
De una producción superior a las 40.000 toneladas de tabaco, en esta campaña se ha pasado a sólo 33.800 toneladas contratadas
El sector del tabaco, al margen de los cambios introducidos en la Organización Común de Mercado (OCM) por Bruselas, ha sido escenario en los últimos años de una batalla en el sector de las industrias transformadoras. Frente a la presencia única de la empresa pública Cetarsa en la compra del tabaco en rama y su posterior comercialización, el sector fue escenario de los desembarcos de las empresas TAES -del grupo Deltafina-, Standard -propietaria de Word Wide Tobacco- y de Dimon, que controla Agroexpansión.
La llegada de estas empresas supuso un descenso en el volumen de tabaco adquirido y comercializado por Cetarsa. De ser casi el único operador en el sector, la empresa pública redujo su presencia en los últimos años hasta una media en el entorno del 70%.
En esta campaña, sobre una cosecha prevista de sólo 33.822 toneladas, la producción contratada por Cetarsa es de 25.000 toneladas frente a las 8.000 toneladas de la sociedad conjunta constituida por Agroexpansion y Word Wide y unos 800.000 kilos contratados por TAES, empresa que desaparecerá del mercado la próxima campaña al no cumplir con la exigencia comunitaria de que todo operador debe comercializar al menos el 60% del tabaco en rama comprado.
Mayor competencia
Esta mayor competencia obligó a la empresa pública al desarrollo de un plan de reestructuración en 2002 para ajustar tanto plantilla como centros de producción a la nueva realidad con vistas a mejorar su posición competitiva en el mercado. El plan de ajuste supuso una reducción de plantilla hasta menos de 500 trabajadores así como el cierre de la fábrica de Granada y dejar de utilizar los centros de Jaraíz, Jarandilla, Plasencia y Candeleda, manteniéndose en la actualidad los centros de Talayuela, Navalmoral y Coria.
Cetarsa tiene como accionista mayoritario a la Administración a través de la SEPI, con el 79,18% del capital, mientras que el 20,82% restante se halla en manos de la tabacalera Altadis. Esta composición accionarial estuvo a punto de quebrarse en 2003 cuando los entonces responsables del Gobierno decidieron llevar a cabo la privatización de la empresa pública, intento que fracasó ante la oposición de sindicatos, agricultores y la Junta de Extremadura. Calmadas las aguas de los intentos privatizadores, el sector se debe enfrenar en la actualidad a los embates de Bruselas.
La nueva OCM, de acuerdo con la filosofía de la reforma de la Política Agrícola Común, ha supuesto que el 60% de la ayuda comunitaria se pague ligada a la producción, mientras el 40% restante se abona como pago sin cultivar. España aplicó el artículo 69 de la reforma para descontar un 5% de la ayuda desligada a la producción y aumentar así los pagos a los cultivadores.
Los efectos de la OCM
Tal como se temía en medios agrarios y de la propia Administración, los efectos de la nueva OCM ya se han dejado sentir sobre el cultivo.
Según datos manejados oficialmente, de una superficie media de cultivo en los años precedentes de unas 12.000 hectáreas, unos 5.300 cultivadores y una producción ligeramente por encima de las 40.000 toneladas, esta campaña se ha pasado a una superficie de cultivo de poco más de 10.000 hectáreas en manos de 3.762 cultivadores con una producción contratada de sólo 33.800 toneladas. De esa cifra, 26.452 toneladas corresponden a Cetarsa. De los 1.525 cultivadores que han abandonado la actividad, 750 son de Granada y 775 del resto de España, fundamentalmente de Extremadura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.