El rector de Alicante insiste en el rechazo académico a la universidad internacional

Los planes del Consell de crear la Universidad Valenciana Internacional siguen provocando el rechazo de los rectores de las universidades públicas. La última voz que manifestó ayer su disconformidad fue la del rector de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda, que en el acto de apertura del curso académico advirtió de que "resultaría difícil de entender" que la nueva universidad dispusiera de subvenciones directas de capital incluidas en los presupuestos de la Generalitat y que no haya dinero para construir nuevos edificios. Raneda exigió que se reinicie el proceso y se consensúe con los rectores.

El rector no alcanza a entender cómo se puede plantear y presupuestar por parte de la Generalitat la creación de una nueva universidad, cuando las cinco públicas existentes arrastran verdaderos problemas económicos para poder cubrir los gastos ordinarios o para construir nuevos edificios.

Ignacio Jiménez Raneda recordó, además, cómo el Consell que preside Francisco Camps les ha obligado, debido a su delicada situación financiera, a contratar las nuevas obras que necesiten mediante un sistema de arrendamiento concesional. Es decir, que una empresa privada construirá los edificios (docentes, deportivos o de otro tipo) y luego se los alquilará a las universidades. Éstas recibirán, según el convenio, el importe de los alquileres de la Generalitat. Al cabo de 30 años, los edificios pasarán a ser propiedad de los campus públicos. A ningún rector le gusta la fórmula, que nunca ha sido utilizada para invertir en las universidades, porque la privatización de las infraestructuras les hace perder el control directo sobre ellas.

Jiménez Raneda exigió al Consell que "se reinicie el proceso de creación de la nueva universidad, para que [las universidades] puedan participar en el mismo". La propuesta del Consell contempla que la nueva universidad, no presencial y que funcionará on line, empiece a funcionar en el curso 2007-2008, con una inversión pública inicial de 12 millones de euros y un programa docente de tres titulaciones (Informática Técnica y Gestión, Humanidades, Ciencias Empresariales). En un breve plazo de tiempo está previsto alcanzar 14 titulaciones, y unos 7.000 estudiantes. Los rectores critican que se pretenda nutrir de fondos públicos para gestionarla a través de una fundación privada, y muestran "dudas en el procedimiento legal y en el desarrollo" de esta nueva universidad.

El rector de Alicante recordó que desde el inicio todas las universidades habían mostrado su "predisposición a colaborar" en la creación de la nueva institución académica, aunque por "sorpresa" en la última reunión del Consejo Valenciano de Universidades, sin documentación previa, la Generalitat presentó un borrador de la misma "al margen de las universidades existentes". El director general de Investigación, Jesús Pastor, que intervino en representación de la Generalitat, terció en la disputa: "Lamentablemente se ha desatado una polémica no deseada, y hago votos para que las aguas vuelvan a su cauce", comentó Pastor que dedicó su discurso a resumir los "logros" alcanzados por la consejería. Pastor reiteró las críticas al Ministerio de Educación por el "retraso" en la aplicación de la reforma de la LOU.

El rector de Castellón, Francisco Toledo, en quien el Consell ha centrado las críticas por la oposición académica a la Universidad Internacional, manifestó en Alicante su satisfacción al comprobar cómo sus argumentos son compartidos por Raneda.