Un caso de espionaje pone al borde de la ruptura a Rusia y Georgia
Las relaciones entre Rusia y Georgia empeoraron ayer bruscamente después de que los georgianos detuvieran a seis soldados rusos acusados de espionaje. Además, las autoridades de Tbilisi exigen la entrega de un séptimo oficial que se refugió en la sede militar rusa en la capital georgiana. Rusia respondió ayer a las acciones de Georgia llamando a consultas a su embajador y evacuando a parte de los funcionarios de su misión en Tbilisi, así como a todos los familiares de los diplomáticos rusos. Además, suspendió la recepción de documentos para dar visados en el consulado de la capital georgiana.
El conflicto diplomático comenzó el miércoles con la detención de cuatro soldados rusos y continuó ayer con el arresto de otros dos. El Kremlin niega que los soldados sean espías y asegura que eran los encargados de planificar la retirada de las tropas rusas emplazadas en Georgia, que Rusia está cumpliendo por etapas.
Serguéi Ivanov, ministro de Defensa ruso, calificó las acciones georgianas de provocación, y opinó que lo que Tbilisi quiere es que Rusia responda desmedidamente, cosa que no ocurrirá.
El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, declaró por su parte que las acciones emprendidas están de acuerdo con la ley internacional.
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