Pasión por las 'zapas'
El Hotel Astoria alberga una delirante exposición dedicada a la cultura 'Sneaker'
El urbanita moderno ha convertido a las zapatillas en el nuevo objeto de deseo, en el nuevo fetiche de seducción. Un paraje estético, el de las sneaker (zapatillas), que se va configurando como algo más que una tendencia de combustión espontánea. Algunos modelos de zapatillas se han convertido en emblemas idiosincrásicos de tribus urbanas y movimientos sociales. El espacio expositivo Valencia.Art realiza estos días, hasta el domingo 1 de octubre, una apuesta por este ansiado complemento a través de la exposición We Love Sneakers en la que se pueden contemplar más de 200 zapatillas que han sido customizadas por diferentes artistas.
Como si de cuadros se tratase, los creadores que provienen de diferentes campos (diseño, moda, música...) han utilizado la superficie de cada zapatilla como un lienzo en blanco, a la que han ido dotando de personalidad, añadiendo diversos elementos para reinventarlas. Los diseñadores han tenido en todo momento libertad para tunearlas, y demostrar así que el calzado puede llegar a ser una obra de arte en sí mismo. Una muestra que cuenta con modelos de zapatillas de marcas como Vans, Dvs, Etnies, Nike, Converse, Gravis....pero difícilmente reconocibles.
La oferta que plantea la exposición es muy heterogénea y trazada de una ironía invisible entre la ingenuidad y la provocación. Aquí las fronteras del arte y el comercio, moda y antimoda se desvanecen como valor añadido. Las hay de todos los colores y formas, de una multiplicidad vírica de nuevas, insólitas y pavorosas propuestas. Las hay que simulan ser un teléfono, con teclas y auricular, otras bañadas en sangre, otras verdaderamente deconstruidas y enlatadas, algunas se adentran en el neobarroco o incluso están adheridas a una inmensa langosta. Las deportivas también tienen cabida, pues existe un par especialmente diseñadas para la práctica del golf, y que se presentan acompañadas de un trozo de green; o el skate con trozo de asfalto adjunto. También las hay más prácticas, que se utilizan a modo de regadera para alimentar a las plantas que habitan en su interior. Además se muestran algunas más discretas: motivos grafiteados, figuras de cómic, caladas en barro, con rostros populares, tatuadas y osadas. La moda sin impacto no es moda.
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