Partido de golf entre las viñas
Laguardia pone en marcha su proyecto de construir un campo, mientras Labastida se enfrenta a la oposición vecinal
En la Rioja Alavesa se podrá jugar al golf. El campo estará ubicado en Laguardia, después de que el Ayuntamiento de esta localidad haya aceptado las condiciones que los departamentos de Medio Ambiente del Gobierno y la Diputación de Álava habían impuesto a su proyecto. En Labastida, localidad distante unos 20 kilómetros de Laguardia, se encuentra en marcha otro campo, como recoge la revisión de sus normas subsidiarias, para el que se han conseguido 600.000 metros cuadrados. Los dos proyectos deportivos van acompañados de sendas operaciones urbanísticas de calado. A diferencia de Laguardia, el proyecto de Labastida cuenta con una importante oposición vecinal. En ambos consistorios gobierna el PP.
En Laguardia, a las faldas de la sierra de Cantabria, en un terreno de un millón de metros cuadrados, el que se puede convertir en cuarto campo de 18 hoyos de Álava se presenta dentro de un proyecto urbanístico que incluye 100 viviendas unifamiliares y un hotel de 150 plazas, bastante menos de lo que deseaba el Ayuntamiento, presidido por Javier Sampedro. El proyecto original era mucho más ambicioso (dos campos de 18 hoyos, 500 viviendas y el hotel), pero los estudios de impacto medioambiental lo rechazaron de plano. "Hemos tenido que bajar la ubicación 50 metros de altitud de la falda de la sierra y se ha reducido la superficie a la mitad", dice Sampedro, quien confirma que se han comenzado a mover los promotores.
Impacto visual
"El Ayuntamiento ya ha terminado su trabajo de recalificación de la superficie y señalamiento de algunos puntos fundamentales del proyecto, como la ubicación de las viviendas en una vaguada para que el impacto visual sea mínimo", añade.
El millón de metros cuadrados corresponde en su mayoría a cultivos de cereal junto al municipio de Elvillar. " Es una zona de escaso interés paisajístico que necesitaba una reordenación", en palabras del primer edil. En total, son más de 40 los propietarios afectados.
El impacto visual y el respeto al medio natural es el principal argumento de la plataforma Torrolate de Labastida para oponerse al proyecto que promueve el Ayuntamiento: un campo de 18 hoyos junto a una urbanización de lujo de 750 viviendas. El consistorio ha cedido una parte de terrenos municipales, en el parque de San Ginés, a una sociedad bajo determinadas condiciones. "Supondrá interesantes ingresos a las arcas municipales, siempre desde el control del proyecto", explica el alcalde, Ignacio Gil.
Labastida cuenta con una importante población de veraneantes que respalda en buena parte la oposición que el 40% de los vecinos ha mostrado al campo de golf, según Torrolate. "No estamos en contra de las urbanizaciones, pero entendemos que tras el proyecto en San Ginés se esconde un pelotazo inmobiliario, no un desarrollo razonable del pueblo", indica Patxi Santamaría, miembro de dicha plataforma.
Gil considera que el campo de golf puede ser el segundo motor económico del pueblo tras la vitivinicultura. Ahí es donde José Luis Anda, parlamentario del PSE, ve los inconvenientes a ambos proyectos. "El problema es que no existe una política rural definida desde el Gobierno vasco. Nos estamos quedando sin suelo agrario, y se están explotando los recursos naturales desde el punto de vista urbanístico", dice. "Al final, lo que hay que ver es cuál es el futuro del campo en el País Vasco que parece que hoy en día, a expensas de la consejería de Agricultura, pasa por el hormigón".
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