Las pensiones mínimas suben entre un 5% y un 6,5%

Alrededor de tres millones de pensionistas verán crecer sus prestaciones entre un 5% y un 6,5% el año próximo. Se trata de los perceptores de pensiones mínimas, que representan un 37% del total. A estos porcentajes habrá que sumarles la previsible desviación de la inflación por encima del objetivo oficial, que es el 2%. El año pasado, los precios de consumo se desviaron 1,4 puntos. De mantenerse esa cifra este año -se toma como referencia la inflación de noviembre- , las pensiones subirán hasta casi un 8% en el mejor de los casos.

Las pensiones pesan más en el Presupuesto que las carreteras, la vivienda o la investigación. Prácticamente uno de cada tres euros del gasto total se destina a este capítulo, que ha crecido un 8% respecto a las cuentas de este año. El fuerte incremento obedece a dos factores. En primer lugar, las pensiones mínimas, históricamente muy reducidas, crecen por encima de la inflación. Y los pensionistas son cada vez más en el conjunto de la población, por lo que hay que destinar más dinero a esta partida. En total cuesta 91.453 millones.

La mejora de las pensiones mínimas es idéntica a la del año pasado. Éstas varían desde los 141 euros que cobra un huérfano hasta los 565 de un inválido y las subidas dependerán de la modalidad de pensión. En general, el porcentaje más elevado corresponde a los pensionistas con cónyuge a cargo (véase cuadro).

Con los aumentos de las pensiones mínimas previstos para el año próximo, el Gobierno confía en adelantarse un año a su compromiso electoral. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, aseguró que crecerían un 26% en toda la legislatura. Este porcentaje "se podría alcanzar ya el año que viene en algún caso", según figura en el proyecto de Presupuestos.

El resto de las pensiones contributivas (aquellas por las que se ha cotizado previamente) subirán la inflación prevista más la desviación. En total será cerca del 3,5%.

Además de las pensiones contributivas, que representan la mayor parte del gasto, también habrá subidas para las no contributivas (de carácter asistencial, para colectivos sin recursos). Estas prestaciones, que percibe casi medio millón de personas, se revalorizarán un 3% más la desviación de los precios. Se trata de unas prestaciones muy bajas (rondan los 300 euros mensuales). El mismo incremento se aplicará al Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez, un sistema en extinción que establece mensualidades también de unos 300 euros.

Colchón de seguridad

Aparte de destinar más al pago de pensiones, la buena salud de la Seguridad Social da para seguir engrosando el Fondo de Reserva, la hucha que tiene el sistema para afrontar el pago de pensiones ante una crisis. Este capítulo recibirá 6.401 millones de euros durante el año próximo. Con esta partida, superará los 41.000 millones de euros. Esta cantidad, equivalente al 4% del producto interior bruto (PIB), permitiría pagar ocho meses de pensiones. El fondo "constituye un excelente colchón para mantener el sistema razonablemente financiado en los próximos años", en palabras del vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes.

Otro colectivo que verá crecer sus retribuciones, aunque menos que los pensionistas, son los funcionarios. Los salarios comunes, los que perciben los 2,5 millones de empleados públicos que existen en el país, subirán un 3%. A partir de ahí, cada comunidad puede establecer incrementos adicionales.

La Administración central, por ejemplo, de la que dependen alrededor de medio millón de funcionarios, los elevará un 3,8% (un 0,5% dirigido al fondo de pensiones y un 0,3% adicional por productividad). A juicio de Solbes, estas subidas no ponen en peligro el nivel de inflación del país. "Ya me gustaría que el sector privado tuviera un comportamiento salarial como el público", subrayó.

Más allá de las mejoras individuales, el gasto total en empleados públicos crece un vigoroso 7,1%. El ministro explicó que ese incremento no se justifica totalmente por las subidas de sueldos, sino que responde en gran parte al aumento de plantilla en algunos ámbitos. Así ha ocurrido con el personal de las Fuerzas Armadas, los fuerzas y cuerpos de la Seguridad del Estado y los funcionarios de justicia. "Son cosas que hemos pensado que había que mejorar", justificó Solbes.