_
_
_
_
_
Entrevista:TERESA MOURE | Escritora

"Los libros de lenguas minorizadas tienden a contar su mundo"

Teresa Moure no desea que se sepa ni dónde ha nacido ni en qué año: "No hago ficha, no me gustan los cajones", afirma tajante. Sin embargo, en alguna documentación figura que la escritora gallega nació en 1969. Moure estuvo esta semana en Bilbao para presentar la versión en castellano de su novela Hierba mora (Lumen), que ha obtenido el premio Xerais y Premio de la Crítica de las Letras Gallegas 2005.

Pregunta. Ésta es su primera novela...

Respuesta. Tengo tres libros de lingüística, dos ensayos y una novela corta. La denomino así porque gané un premio de novela corta con ella, pero es una novela de 150 páginas. Aunque sí, se puede decir que Hierba mora es la primera novela que publico. No sé por qué a la gente le gustan tanto las etiquetas.

"Existe una literatura femenina cuando se incorpora un punto de vista disidente"

P. La novela la protagonizan tres mujeres. ¿Es una toma de posición sobre lo femenino?

R. Soy feminista e imparto clase de una asignatura que se llama Teoría Feminista y Lenguaje, así que sí tiene que ver con un posicionamiento ideológico, pero no quiero caer en la trampa de una literatura femenina para mujer.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

P. ¿Piensa que no existe?

R. Creo que sí existe una literatura femenina cuando se incorpora un punto de vista disidente del pensamiento tal y como nos lo contaron. Y en ese sentido, la novela es disidente. Como lo es también en el sentido ecológico, que pasa más desapercibido. Me gusta el pensamiento alternativo y tengo vocación de rebelde y alternativa, pero sin clichés. Podría haber sido una historia de hombres. Me parece más importante la historia del fracaso. Ninguna de estas mujeres ha triunfado.

P. ¿Cuál fue el origen de la historia?

R. Quería escribir la historia de una mujer que hubiera inventado algo. Históricamente, y aunque poco, las mujeres hemos estado algo en el arte y la política, pero no en los inventos. Parecen un territorio tradicionalmente masculino. Así que pensé en idear una mujer que hubiese inventado algo y que ese invento se hubiera quedado en las alforjas de un amante. Ése era el embrión.

P. El amante es el filósofo Descartes. ¿Por qué le eligió a él?

R. Documentándome para que la novela tuviera ese rigor histórico, apareció la figura de Descartes que, al margen del filósofo, era una persona con una vida privada muy novelable. Tuvo una hija con una mujer pobre, como reflejo en mi libro, a la que mantuvo, pero no reconoció. Era el filósofo católico de moda y la Iglesia no veía con buenos ojos los hijos fuera del matrimonio. Y él se hartó de decir que había pecado, pero una sola vez. Así que era un personaje un poco rarito. Y es cierto que fue llamado por Cristina de Suecia a su corte, a Estocolmo, donde murió de pulmonía. Hay indicios más que razonables para suponer entre los dos una fuerte atracción, al menos intelectual.

P. Ha realizado un amplio trabajo de investigación.

R. Sí. Me he documentado mucho en la parte histórica y en la parte botánica, pero la novela es una novela, y tengo una especie de terror a que se vea como algo muy erudito, muy documentado, o sea, como un ensayo.

P. La trama desemboca en una mujer actual, Inés Andrade. ¿Era inevitable terminar en Galicia?

R. Aunque lo parezca, por el apellido de Inés, no hay ninguna referencia a Galicia. En el contexto de la literatura gallega todavía son poco frecuentes las novelas situadas en Europa. Ése es uno de los problemas de las literaturas de lenguas minorizadas, que tienden a contar su mundo. Por eso me gustaba que no hubiera referencias a Galicia. La gallega soy yo.

P. Escribió originalmente la novela en gallego.

R. La raíz es la lengua. Utilizo el gallego para expresarme por compromiso, pero la historia que narro es universal.

P. Su novela ha recibido varios premios. ¿Cómo le afecta?

R. Tengo una cierta lejanía con esto de los premios. Uno escribe supongo que para que le quieran, para que quieran su obra, para que guste, pero creo que hay que escribir con el corazón caliente y la cabeza fría.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_