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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Libertad de opción educativa

Recientemente (26 de junio de 2006), el Tribunal Supremo ha confirmado que los colegios de enseñanza diferenciada pueden recibir financiación pública. La enseñanza separada por sexos no es discriminatoria. En una sentencia publicada a finales de julio se afirma todo esto y se desestima el recurso presentado por UGT contra los conciertos establecidos en tres colegios asturianos. "Que ese tipo de enseñanza es lícito no se discute", afirma el Tribunal Supremo, que añade: "Tampoco hay norma expresa que prohíba el sostenimiento público de centros que la practiquen". El fallo del Tribunal Supremo recuerda que la convención internacional para la lucha contra la discriminación en el ámbito educativo dice que "la enseñanza separada no discrimina por razón de sexo (...) la enseñanza mixta es un medio, no el único, de promover la eliminación de la desigualdad por razón de sexo".

La abogacía del Estado, en su informe contrario al recurso de UGT, decía: "El hecho de que la enseñanza obligatoria en centros públicos sea mixta no significa que deba serlo también en todos los centros educativos. Se trata de una opción que no puede ser impuesta, sobre todo cuando la Constitución reconoce a los padres el derecho de elegir la educación que desean para sus hijos, garantiza la creación de centros docentes y ampara el derecho de los titulares de los centros privados a definir su carácter". Nadie condena los centros educativos mixtos. Son dos opciones, enseñanza mixta y enseñanza diferenciada, perfectamente legítimas. La opción educativa única no es buena, y menos en una sociedad cada vez más plural. No se trata aquí de decir que el modelo diferenciado sea mejor que otros, sino de defender que los padres tengan otras opciones de escolarizar a sus hijos además de las mayoritarias. Es más, la libertad de elección por las familias también debería extenderse a los centros públicos.

La oposición a la financiación de los centros de enseñanza diferenciada responde fundamentalmente, y por desgracia, a criterios ideológicos. Como cualquier familia tiene la posibilidad de elegir la enseñanza mixta, son más bien las familias que escogen la diferenciada las que se ven discriminadas en algunas comunidades autónomas que deberían tomar nota de las sucesivas sentencias de los tribunales a favor de la libre elección de los padres de la opción educativa, sea mixta o diferenciada, y por tanto de la validez de la financiación pública para ambas.

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