Portbou no abrirá la carretera dañada por los aguaceros hasta la semana que viene
La carretera N-260 de Portbou (Alt Empordà), que permanece cortada desde el pasado día 14 a causa de los daños causados por los fuertes aguaceros caídos en la zona, lo que obliga a desviar los vehículos por el interior de la población, no podrá volverse a abrir al tráfico hasta el viernes de la próxima semana, según confirmo ayer el alcalde, Manel Flores.
La carretera N-260 tiene actualmente un tramo de unos 17 kilómetros que continúa, según el Servicio Catalán de Tráfico, con restricciones a los vehículos pesados y otro tramo de un kilómetro que obliga a desvíos por el interior del casco urbano.
El consistorio informó también ayer de que el próximo lunes la Agencia Catalana del Agua (ACA), la máxima autoridad en la materia en Cataluña, empezará las obras para recuperar y sanear la avenida de Barcelona, otra de las zonas de la localidad que sufrieron importantes daños a causa de las inundaciones de la pasada semana.
El acalde asegura que los graves desperfectos ocasionados en este tramo de vía urbana se deben a los materiales que arrastró el agua, que habían quedado abandonados junto a la N-260 tras unas anteriores obras de mejora de esta carretera, cuya titularidad corrresponde al Ministerio de Fomento. Estos materiales, tras ser arrastrados por la fuerza de las aguas desbocadas, se acumularon y obstruyeron la riera de Can Costa, lo que originó la rotura de las canalizaciones de agua potable. La fuerza del agua llegó a levantar el asfalto en diversos puntos de la zona.
Amenazas
Las obras de reparación de la avenida de Barcelona empezarán con la retirada de las piedras acumuladas en la zona y la posterior instalación de muros de contención prefabricados. En principio, ni el Ministerio de Fomento ni la ACA aceptaban hacerse cargo de estas obras y el alcalde llegó a amenazar con llevar el caso ante los tribunales.
La pasada víspera de Sant Joan un grupo de vecinos de Portbou, a los que se añadió el alcalde de la población, decidió retirar los bloques de cemento que cerraban el paso y llevar a cabo, por su cuenta y riesgo, la ansiada inauguración de la carretera, que llevaban años esperando, sin esperar al visto bueno de Fomento. El túnel, que comunica la población con Colera, evitar tener que pasar por tres kilómetros de peligrosas curvas.
Manel Flores explicó ayer que el municipio se toma con filosofía los constantes problemas viarios que ha padecido su población en los últimos meses. "Parece que la gente ya está mentalizada", admite el alcalde de la población, que parece condenada a un aislamiento permanente a causa de su peculiar situación.
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