"La ley de Suelo va a acabar con los beneficios desmedidos de los constructores"
Euskadi vive hoy un momento histórico con la entrada en vigor de su primera ley de Suelo. A pesar de que la comunidad disponía de las competencias en materia urbanística desde hace 25 años, hasta junio pasado no fue posible lograr el suficiente consenso en el Parlamento para sacar adelante la ley. El viceconsejero de Vivienda, José Javier Dean (Bilbao, 1958), es el autor principal del proyecto y quien ha llevado todas las negociaciones para sacarlo adelante. El viceconsejero confía en que el binomio basado en más vivienda protegida y control del desarrollo urbanístico por los ayuntamientos acabará con la especulación. Por ello, advierte a los promotores y constructores de que "la ley terminará con los beneficios desmedidos que obtienen" y se tendrán que acostumbrar a "rentabilidades más razonables".
"Hemos convencido a los municipios de que tenían que cambiar su forma de actuación en materia de suelo"
"Queremos crear un segundo mercado, el de la VPO, que incluso supere al de los pisos libres"
"Si hay un compromiso activo de los ayuntamientos, se podrán construir hasta 10.000 pisos protegidos al año"
"El modelo que se sigue en el resto del Estado no nos vale. Sólo provoca el incremento de precios"
Pregunta. El acceso a la vivienda se ha convertido en el principal problema para los vascos. ¿Esta ley va a contribuir a que baje el precio de los pisos?
Respuesta. El Gobierno está convencido de que esta ley va a ser un instrumento básico para la resolución del problema de la vivienda en Euskadi porque es un buen mecanismo para luchar contra la especulación y porque va a impulsar la construcción de vivienda protegida [VPO] en grandes cantidades en los pueblos y ciudades. Por una parte, habrá un número importante de personas que accederán a una VPO a precios asequibles y, por otro lado, la presión de la demanda se va a reducir como consecuencia de que muchos ciudadanos accederán a una casa protegida. Todo esto afectará a los precios del mercado libre. En los últimos años, la producción de VPO en Euskadi ha crecido de manera significativa y los precios del mercado libre crecen menos que en el resto del Estado.
P. La retención del suelo en pocas manos ha motivado la situación de carestía. ¿Cómo se va a combatir esa especulación?
R. Pues cambiando de manos el control de los desarrollos urbanísticos. A partir de ahora, ese control no va a estar en manos de la iniciativa privada de los propietarios del suelo, sino que va a ostentarlo la ciudadanía a través de los ayuntamientos. Van a ser los municipios los que van a poder decidir el momento en el que una promoción de vivienda tiene que ser desarrollada. Y eso no lo van a hacer en función de los intereses especulativos de la propiedad privada, sino de los intereses de la ciudadanía, que precisa viviendas de precios asequibles a corto plazo.
P. Hemos visto ejemplos de ayuntamientos que sí han especulado con el suelo, han dispuesto de mucho terreno y lo han ido sacando con cuentagotas, disparando así los precios.
R. Es posible que hace unos años algunos responsables municipales no tomaran como prioridad la vivienda, pero ahora la práctica totalidad de alcaldes y concejales de Euskadi tienen como máxima prioridad la vivienda. Soy optimista en el sentido de que esta ley de Suelo, que nace para ser aplicada por los ayuntamientos, va a tener un uso adecuado y va a ser un buen instrumento para que los ayuntamientos desarrollen actuaciones de VPO en grandes cantidades en los próximos años.
P. Sin embargo, el acuerdo final con la asociación municipal Eudel fue difícil.
R. Una ley como la de Suelo, cuyos principales usuarios son los ayuntamientos, tenía que aprobarse con un consenso institucional amplio. La ley tiene un refrendo muy importante con el apoyo de Eudel. Poco a poco, hemos convencido a los ayuntamientos vascos de que había que cambiar el modelo de actuación que se venía desarrollando en materia de suelo. Las viejas recetas no valen para resolver el problema de la vivienda y la ley incorpora un nuevo modelo de control del desarrollo urbanístico que creo que los ayuntamientos también comparten. La ley incorpora una variedad de tipologías de vivienda protegida con un denominador común: van a permanecer dentro del parque de VPO durante toda su vida útil, no se van a convertir en pisos libres.
P. Los constructores alegan que Euskadi es la comunidad donde menos casas se construyen por cada 1.000 habitantes.
R. El modelo del resto del Estado no nos vale; lo único que provoca es aumento de precio, especulación, devastación de espacios naturales. No tenemos intención de imitar ese modelo. Hay que centrarse en ofrecer la primera vivienda a mucha gente joven y no pensar en la segunda residencia.
P. Los promotores advierten de que la VPO va camino de dejar de resultarles atractiva
R. Conocemos cómo funciona el mercado porque el Gobierno tiene una implicación directa en el mercado a través de la mayor promotora de vivienda de Euskadi, que es Visesa. Conocemos de primera mano los costes de construcción y de urbanización de los suelos y tenemos en cuenta esas referencias a la hora de fijar los precios. El precio de los pisos ha crecido un 250% en los últimos diez años y los costes de construcción un 35%. ¿Por qué motivo la sociedad tiene que remunerar una actividad improductiva, como la de esperar que pase el tiempo para que a uno le paguen más por el suelo? Esa plusvalía se queda en unas manos que ni siquiera han arriesgado nada. ¿Por qué los promotores ganan unas cantidades tan desorbitadas sin asumir riesgos?
P. ¿A los promotores les resulta rentable construir VPO?
R. Sí, no tengo dudas en esa línea. Hay muchos que construyen VPO y trabajan con limpieza y transparencia. Obtienen una rentabilidad razonable. Lo que no es de recibo es la obtención de rentabilidades desorbitadas y especulativas. Con las reservas de suelo del 75% para VPO en terreno urbanizable la rentabilidad de los constructores es viable y lo que hay que hacer es ponerse a construir y en grandes cantidades. La ley de Suelo va a terminar con los beneficios desmedidos y especulativos de los constructores y promotores. Que se acostumbren a beneficios normales, como en el resto de sectores.
P. Euskadi ya contaba desde 1994 con la conocida como ley Maturana, que obligaba a reservar el 65% de cualquier suelo urbanizable a VPO y los precios no han parado de subir.
R. Esa ley ha tenido un efecto significativo en el volumen de construcción de VPO en los últimos años. Estamos convencidos de que con la nueva ley se puede ir a más. Ahora, iniciamos una media de 5.000 pisos al año y creemos que si hay un compromiso activo de los ayuntamientos se podrán alcanzar las 10.000 anuales y dar una respuesta contundente al problema de la vivienda.
P. ¿La fórmula se resumiría entonces en construir más VPO y que los ayuntamientos actúen con más agilidad a la hora de gestionar los suelos?
R. Efectivamente. La ley incorpora el agente urbanizador y el agente edificador, que reducirán los plazos en los que se puedan construir las viviendas. La decisión sobre esos plazos residirá en los ayuntamientos. Por otra parte, con las reservas de VPO se consolida un modelo por el que pretendemos crear un segundo mercado de vivienda en Euskadi, el de la protegida, que sería alternativo al de la libre.
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