Un punto de vista diferente

En las últimas semanas se abrió un debate en España en torno a las modelos extremadamente delgadas, que tuvo repercusión en varios medios de Argentina, donde resido.

Me gustaría que analicemos el tema desde un punto de vista que no ha sido considerado y que, a mi criterio, debería ser incluido para una correcta toma de decisiones. Mido 1,70 metros, soy de contextura pequeña y peso 47 kilos. Desde el punto de vista analizado hasta ahora, yo quedaría encuadrada dentro del concepto de "extremadamente flaca" y, si fuese modelo, me quedaría sin la posibilidad de trabajar. En mi caso esto sería pura discriminación, ya que, a pesar de las medidas que informo más arriba, no soy ni bulímica ni anoréxica. Soy, gracias a Dios, una persona con una salud excelente (avalada por exámenes médicos de rutina) que come lo que quiere sin fijarse en las calorías. Soy así por naturaleza y siempre estoy dentro del mismo peso. ¿Engordar? Sí, lo intenté porque muchas veces conseguir ropa me es tan difícil como a una persona excedida de peso. Pero es misión imposible para mí. Como me han dicho los médicos, "lo que importa es que seas saludable". Soy consciente de que personas con estas características no somos mayoría, pero existimos.

Creo que es importante tomar acciones tendentes a cuidar la salud de la población, pero de una manera objetiva. Me parece excelente que, por ejemplo, no dejen desfilar a una modelo comprobadamente bulímica o anoréxica ya que atenta contra su propia salud y vende una imagen para nada saludable, pero no me parece justo no dejar desfilar a alguien simplemente porque es flaca, ya que si la naturaleza la hizo así tiene derecho a trabajar (y atención que esto no sucede sólo en el ámbito de la moda). Creo que la selección de quien desfila no puede hacerse bajo ningún concepto teniendo en cuenta la masa corporal, ya que en muchos casos no estar dentro de los parámetros de una tabla (como en mi caso) no significa ser una persona no saludable.

El tema da para mucho más, pero considero que las campañas deben apuntar a dos asuntos relacionados: enseñar a la población a que cada uno debe aceptarse como es y a querer adelgazar o engordar siempre que sea por motivos estrictamente de salud.