"Lavapiés está en ebullición"

Manuel Osuna está al frente de una de las asociaciones más activas dentro del distrito de Centro, la Corrala, en Lavapiés. Este colectivo fue creado en 1977, en plena transición democrática. Su primera secretaria fue la actual concejal Isabel Villalonga. Ahora agrupa a unos 630 socios de todas las edades y nacionalidades. Osuna, con 42 años y casado, trabaja como cartero en el populoso barrio desde hace 10 años. "Reparto el correo a mis padres", confiesa.

Pregunta. Lavapiés llevó fama de ser peligroso. ¿Sigue así?

Respuesta. La delincuencia ha bajado mucho. Se nota mucho el protocolo firmado entre el Ayuntamiento de Madrid y la Delegación del Gobierno, que ha aumentado el número de policías en el barrio.

P. Se ha convertido en uno de los barrios con mayor número de nacionalidades.

R. Lavapiés hoy en día es un barrio en ebullición. Hemos apostado por la multiculturalidad y todos los que lo integramos hemos empezado a convivir de manera constante. Somos 5.500 empadronados, más que los viven aquí sin estar en el padrón.

P. ¿Ha notado señales de racismo?

R. Gente racista hay en todos los lados, pero es cierto que los colectivos chino, marroquí o senegalés, por ejemplo, se quieren integrar. Y a los que no son del barrio, también. Por ejemplo, mucha gente viene a cenar a un restaurante de Bangladesh que hay en la calle de Argumosa. También ayuda mucho el tener un centro de la UNED, que atrae a mucha gente que quiere estudiar y se mezcla con el resto de vecinos.