La sierra de Cádiz, un museo al aire libre

Convertir la sierra de Grazalema en un gran museo al aire libre. Ése es el propósito de la Ruta Arqueológica que, después de tres años de trabajos, es ya hoy una realidad. "Hemos conseguido recuperar restos de gran valor patrimonial y colocar a la comarca entre los destinos nacionales de turismo histórico", explica el presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, Alfonso Moscoso.

La ruta invita al conocimiento de los escenarios reales de la historia. La provincia de Cádiz ha sido testigo de la actividad humana desde sus orígenes. Las cuevas de Gorham, en el Peñón de Gibraltar, conservan restos de las primeras comunidades del Neardental, con piezas datadas entre el 70.000 y el 250.000 a. C. La campiña de Jerez mantiene el trazado de la primera línea de ferrocarril del sur peninsular, abierta en 1854, que sirvió de soporte para la revolución industrial andaluza. A lo largo del enorme periodo de tiempo que separa a ambos acontecimientos, la provincia ha acumulado un legado único que, en el caso de la sierra, con un mayor respeto al entorno, ha sobrevivido de forma casi intacta.

"La ruta conserva restos de las primeras comunidades del Neardental"

"Han sido durante décadas yacimientos desconocidos para la mayoría, pero la nueva ruta les ha sacado lustre y los presenta ahora de manera ordenada ante los ojos del visitante curioso", informa Moscoso, el impulsor del proyecto.

El primer objetivo era rescatar los restos más significativos y restaurarlos. Para ello, la Mancomunidad de la Sierra obtuvo una ayuda del Ministerio de Trabajo. Estos trabajos han permitido rehabilitar yacimientos romanos, castillos medievales y viejas calzadas que, ya en la antigüedad, comunicaban las localidades serranas.

La ruta ofrece escalas en los 19 municipios de la comarca. En tres de ellos, situados de manera estratégica: Ubrique, Espera y Arcos, donde se han abierto centros de interpretación en los que el visitante encuentra información general de los enclaves disponibles, sus características y el modo de acceder a ellos.

Entre los lugares de obligada visita, el trayecto ofrece tres yacimientos de época romana: el asentamiento de Sierra Aznar, en Arcos, que presenta los restos de una ciudad fortificada con complejos sistemas de cisternas para el abastecimiento de agua; Carissa Aurelia, en Espera, un enclave citado por el historiador romano Plinio, que conserva una necrópolis y restos de viviendas; y Ocurris, en Ubrique, entre las mejor conservadas de Andalucía.

Más cerca en el tiempo, la ruta conduce al visitante hasta, entre otros, dos castillos medievales rehabilitados, el de Zahara de la Sierra, una de las fortificaciones más atractivas del recorrido, y el de Olvera, que tras una profunda rehabilitación ha recuperado todo su esplendor. La oferta incluye también restos de las culturas neolíticas y megalíticas en Benaocaz y Villamartín.

Con todo, uno de los contenidos que más aceptación ha tenido es la calzada romana que comunica Ubrique, Benaocaz, Grazalema y Villaluenga. Son unos 30 kilómetros que se pueden cubrir a pie. La Mancomunidad ha anunciado la creación de una oficina técnica de la ruta arqueológica, que contará con expertos para el mantenimiento de las dotaciones y de un museo para la presentación de las piezas recuperadas en los yacimientos.