Vecinos denuncian la ampliación de un hotel de Torremolinos para hacer nuevas viviendas
La promotora dice que construye un "apartahotel" con permisos y licencias municipales
Los residentes de la urbanización La Roca, una de las colonias de veraneantes más antiguas de Torremolinos (Málaga), están molestos con el fuerte crecimiento del hotel Stella Polaris. Una de las alas de este establecimiento, construido a finales de los sesenta a 30 metros sobre el Mediterráneo, ha pasado de tener una planta a disponer de seis alturas, tapando unas casas bajas situadas detrás. Un grupo de vecinos ha denunciado la obra de ampliación, al entender que atenta contra el PGOU de Torremolinos y que los promotores tratan de convertir el hotel de 76 habitaciones en 209 viviendas, mediante su paso previo por la categoría de apartahotel, lo que iría contra de la ordenanza hotelera de la ciudad.
La empresa que realiza la obra, TH Hoteles Spain, asegura, a través de su abogado, que su intención es edificar un apartahotel para explotarlo turísticamente y que el proyecto y la obra cuentan con todas las licencias y permisos municipales "en perfecto orden". El hotel, levantado por un pastor protestante escandinavo en la calle Brasil y destino de los primeros turistas de sol y playa de la Costa del Sol, fue comprado en el año 2000 por TH Hoteles.
Pocos meses después de la adquisición, la empresa presentó al Ayuntamiento un proyecto para pedir licencia de obras de reforma y ampliación del Stella Polaris previa completa demolición del ala que ahora ocupa seis plantas. Según los vecinos, "los técnicos municipales opusieron unos tímidos reparos técnicos", al igual que la Comisión Provincial de Urbanismo de la Junta de Andalucía, cuyo informe en este caso no es vinculante.
La arquitecta del Colegio de Madrid Emma Lomoschitz, residente en la urbanización privada La Roca, pidió en septiembre de 2004 la impugnación de la licencia de obra ya que "se vulneraba la lógica constructiva del complejo", cuyos edificios altos se sitúan de forma perpendicular a la playa para reducir el impacto visual del pueblo hacia el mar.
"La mole del Stella Polaris se ha erigido paralelamente a la playa, tapando las vistas, y obligará a los vehículos a dar toda la vuelta por la urbanización", se queja Lomoschitz. Cuatro días después de que comenzaran las obras, el 20 de junio de 2005, los vecinos denuncian los trabajos ante el Ayuntamiento y ante la Inspección de Trabajo de Málaga por falta de medidas de seguridad. Ambas denuncias fueron archivadas. Lomoschitz asegura que de acuerdo con el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Torremolinos, de 1996, el Stella Polaris "está incluido en la relación de instalaciones hoteleras fuera de ordenación".
Ley de Ordenación
Según la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, en este tipo de edificios fuera de ordenación "sólo podrán realizarse las obras de reparación y conservación que exija la estricta conservación de la habitabilidad" y con carácter excepcional "podrán autorizarse obras parciales y circunstanciales de consolidación". Esto significa, según la arquitecta madrileña, que la licencia municipal que ampara las seis alturas "es nula de pleno derecho". El abogado de TH Hotels Spain niega que el establecimiento haya quedado fuera de ordenación.
Según Lomoschitz, "el 8 de junio de 2005, los nuevos propietarios presentaron en el Registro de la Propiedad número 3 de Málaga una escritura de división horizontal que segregaba 209 viviendas independientes más trasteros". Los vecinos denunciantes creen que esta maniobra es incompatible con la categoría urbanística de la parcela en que está enclavado el hotel, que estaba inscrita como hotelera.
Fue este uso el que invocó el propietario para realizar la ampliación acogiéndose a la modificación puntual de la Ordenanza Hotelera de Torremolinos, cuyo alcalde, Pedro Fernández Montes, denunció en septiembre de 2005 "las desinversiones en hoteles al mejor postor", es decir, "vender los hoteles para convertirlos en viviendas".
"Se autoriza, aunque lo prohíba el PGOU, la construcción de 209 viviendas en un complejo fuera de ordenación y absolutamente consolidado, y se causa un grave perjuicio patrimonial a los propietarios de las viviendas situadas en la calle Brasil, en la calle Skal y más atrás en el pueblo, que pierden sus vistas al mar, con la consiguiente pérdida de valor en venta y en renta", aseguran los vecinos en un recurso ante el Ayuntamiento. Esta pérdida se convierte en beneficio para los propietarios del hotel Stella Polaris "cuya inversión, pretendidamente hotelera, pero en realidad residencial", va a proporcionarles, según sus cálculos, unos 42 millones de euros.
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