"No condicionamos las obras a las elecciones"
Cuando el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), habla de las obras que se están acometiendo en la capital de la Costa del Sol, dos ideas resaltan en su discurso: "consenso" y "reducir las molestias". En los próximos años, la ciudad experimentará la mayor transformación de su historia, al menos en lo que se refiere a las infraestructuras. Para finales de 2007 está prevista la llegada del AVE, en 2009 las dos primeras líneas de metro recorrerán la ciudad de Este a Oeste y se abrirá la segunda pista y la nueva terminal del aeropuerto. En 2010, de acuerdo con los planes del Ministerio de Fomento, se abrirá al tráfico la segunda ronda de circunvalación. Además, hay un sinfín de obras municipales que el regidor se sabe de memoria: aparcamientos subterráneos, museos municipales, viviendas protegidas...
"Las empresas deben recordar que no trabajan en el campo y deben gastar más en minimizar los efectos negativos de las obras públicas"
"Tengo muy claro el objetivo: que haya más gente en el transporte público, pero hay que ser realistas, porque no puede sustituir al privado"
Pero antes de que estos proyectos sean una realidad, Málaga deberá soportar un duro periodo de obras. A la vista del calvario que están suponiendo infraestructuras similares en ciudades como Sevilla, el alcalde reclama: "Hay que procurar que las empresas constructoras tengan la cultura de que no trabajan en el campo, sino que lo hacen en una ciudad con vecinos y niños. Hay que tener en cuenta temas como horarios, suciedad, ruidos y que se hagan las cosas con pulcritud. Tal vez deberían gastar un poco más en conseguir que los efectos negativos de las obras sean los menores posibles".
De la Torre recibe a EL PAÍS en su despacho del Ayuntamiento, desde donde se pueden ver los trabajos de lo que será la obra municipal más emblemática del presente mandato: la reforma del Paseo del Parque. En esta obra, que cuenta con un presupuesto aproximado de 10 millones de euros, "se busca una mayor conexión del centro con el Puerto y con la Malagueta", afirma el regidor.
Los trabajos para recuperar el trazado histórico de los jardines y para hacer el espacio más accesible y atractivo para los ciudadanos avanzan a buen ritmo. Sin embargo el alcalde, antes de que nadie se lo mencione, niega que busque que su apertura coincida con las elecciones de mayo de 2007. "Los ciudadanos esperan que el gobernante sirva a la ciudad con independencia de que haya elecciones cerca o no, y que la sirva con la misma dedicación y esfuerzo del primer al cuarto año de mandato. Si las obras están terminadas, estupendo. Si no, no pasa nada. No vamos a condicionar las obras a las elecciones".
El regidor malagueño se adelanta también a la pregunta del periodista cuando admite que en la reforma del Parque ha habido que "sanear" -léase talar- 235 árboles, en su mayoría plátanos de sombra, lo que ha provocado las iras de los grupos ecologistas. "Ha sido triste hacerlo, pero los árboles o habían cumplido su ciclo vital o estaban en un estado que hacía necesario prescindir de ellos porque estaban enfermos o habían sufrido podas muy fuertes. Se han perdido referencias visuales para los malagueños, pero era la solución más consensuada y técnicamente más aconsejable", asegura De la Torre.
Consenso sobre el metro
El mismo consenso que con los árboles aplica el alcalde a las obras del metro, que le han llevado a innumerables enfrentamientos con la Junta de Andalucía. El Ayuntamiento participa en un 17% en el proyecto y ha planteado múltiples condiciones para permitir el inicio de las obras en Carretera de Cádiz, el distrito más poblado de la ciudad. "Comenzar las obras sin desvíos no hubiera sido bueno para nadie y menos para aquellos que pretenden llevar en exclusiva las obras del metro", afirma De la Torre en referencia al Gobierno andaluz.
En la actualidad el Consistorio tiene en marcha obras por valor de "210 o 215 millones de euros". La parte mayor de este presupuesto, 80 millones, corresponden a aparcamientos subterráneos para residentes en distintos distritos de la ciudad. Otras obras significativas son la reforma del Camino de Antequera, con ocho millones, o la construcción de 900 viviendas protegidas en el paraje de Soliva, un aspecto realmente deficitario en la ciudad. Frente a obras vistosas como el Paseo del Parque, De la Torre pone el acento en proyectos "desconocidos para el ciudadano" como la depuradora del Guadalhorce, el mercado de la barriada de El Palo o los campos de fútbol y piscinas cubiertas.
El pasado miércoles, el regidor inauguró el 22º aparcamiento, con 221 plazas en la barriada de El Ejido. El alcalde se defiende ante quienes le acusan de primar el uso del vehículo privado en detrimento del transporte público: "Los aparcamientos de residentes en los barrios y el transporte público son perfectamente compatibles. Si quitas los coches de la superficie podrás dedicar más espacio para el ciudadano", asegura.
De la Torre concede que en el caso de los aparcamientos en rotación del centro "puede haber más discusión". No obstante, el munícipe aboga por "buscar el equilibrio". "Podemos apostar por el transporte público, tenemos la mejor empresa de autobuses de España y vamos a hacer 11 kilómetros de carril bus en dos años, además del metro, pero no puedes dejar de ofrecer un número importante de aparcamientos en rotación para mantener la vida comercial y cultural del centro histórico. Tenemos un déficit de aparcamiento y el transporte público no suple al 100% al privado", opina. Y añade a renglón seguido: "Yo tengo muy claro el objetivo, quiero mucha más gente en el transporte público, pero hay que ser realista, porque no puede sustituir al privado".
Otra crítica que ha recibido el alcalde en los últimos días ha sido el lento ritmo con el que avanza el proceso de peatonalización del centro histórico malagueño. En este punto, De la Torre también retoma el discurso del consenso. "He pedido al área de Movilidad que siga dialogando para buscar las mejores fórmulas técnicas para lograr que el centro histórico tenga cada vez más peso y capacidad de atracción", afirma. El alcalde no teme que en el afán de contentar a la mayor cantidad de ciudadanos posible los proyectos se paralicen, aunque reconoce que "hay que dedicar tiempo, constancia y buena fe para no eternizarnos en los procesos".
Una de las preocupaciones de movilidad en Málaga para el alcalde tiene que ver con la saturadísima ronda de circunvalación. De la Torre ha pedido a Fomento que estudie una solución técnica que palíe el paso de tres a dos carriles en la zona de la Virreina, donde confluyen la A-7 y la A-45 por las obras del enlace actualmente en ejecución. "No sé si Fomento ha hecho todo lo posible por minimizar el impacto de las obras del enlace", afirma.
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