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Reportaje:Los efectos de los fenómenos atmosféricos sobre el territorio

La lucha desigual por frenar el agua

La Generalitat reprocha a Renfe que "la red de cercanías requiere una inversión que no se ha hecho en 25 años" - Las lluvias evidencian una vez más que durante mucho tiempo se ha construido demasiado en zonas inundables

Jesús García Bueno

Las lluvias de esta semana han causado destrozos y han perjudicado a miles de pasajeros. Año tras año, Cataluña aguarda con temor la llegada de los devastadores temporales de finales del verano. En apenas unos días -algunas veces en agosto, otras en septiembre- una inmensa tromba de agua pone en jaque el territorio de norte a sur. El resultado es casi siempre el mismo: carreteras impracticables, vías de tren inundadas, tejados que caen, semáforos que no funcionan, casas anegadas y coches que ruedan riera abajo. Pasaba ayer, pasa hoy y pasará mañana.

Las administraciones han levantado infraestructuras y han tomado medidas de seguridad que, al menos, intentan evitar catástrofes humanas. Pero aún no son suficientes. Ayer, el secretario de Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal, acusó a Renfe de "no hacer lo deberes". "Toda la red ferroviaria en Cataluña requiere una inversión en cercanías que no se ha producido durante 25 años", dijo Nadal a la emisora COM Ràdio.

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Una de estas tragedias, quizá la más conocida, es la que segó la vida de un millar de personas en el Vallès, en las inundaciones de 1962. Otro ejemplo: antes, cada vez que el cauce del río Besòs subía demasiado, la gente de Sant Adrià y de Santa Coloma se echaba a temblar. Ahora ya no. Aunque se desborde -como ha ocurrido estos días-, el río está canalizado, y con no acercarse al parque fluvial es suficiente para mantenerse a salvo.

Los expertos dicen que en los próximos años el tiempo atmosférico será más caprichoso. Es de esperar que haya aguaceros aún más potentes y tormentas más espeluznantes. Sólo un dato: en los tres días que ha durado el último temporal, ha llovido tanto como en un año. Más allá de los probables efectos del cambio climático, el problema de fondo es que durante mucho tiempo se ha puesto cemento donde no se debía.

Que la especulación urbanística explica parte del fenómeno no es una afirmación gratuita. El propio consejero de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, Francesc Baltasar, sostiene que buena parte de las inundaciones se producen a causa de "la edificación en zonas donde no debería construirse". De la misma opinión es el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Manuel Hernández, quien afirma que hay "muchas edificaciones" en zonas de las calificadas como inundables. Más aún: el riesgo de inundación es, según Hernández, "importante en una parte significativa del territorio catalán". Aun compartiendo esta observación, el consejero matiza que el hecho de que una vivienda esté en territorio inundable no implica "necesariamente" que constituya un riesgo para las personas.

Hace unas semanas, la riera de Capaspre de Calella -que además es una de las principales avenidas de la ciudad- arrastró decenas de coches que estaban aparcados allí. En apenas media hora, un chaparrón desbordó por completo la calle, que a ambos lados está repleta de comercios, hoteles, discotecas y otros lugares para el regocijo de los turistas. Los vecinos llevan años pidiendo su soterramiento. Según la agencia del agua, la riera de Capaspre aún no ha sido canalizada porque no se considera un peligro para la población. Por el contrario, según un portavoz de la ACA, en el "90% o 95%" de las rieras del Maresme que se consideran de riesgo, las canalizaciones ya se han ejecutado.

¿Está Cataluña preparada para resistir las embestidas del agua? La respuesta está en función del territorio. La Administración sigue planificando para contener los efectos del temporal. El Área Metropolitana de Barcelona y la ACA han redactado un plan director que propone 233 actuaciones para hacer frente a problemas de inundaciones. El proyecto prevé crear 48 depósitos de aguas pluviales más en todo el territorio, lo que requiere una inversión de 895 millones de euros.

La riera de Calella tras el aguacero del pasado mes de agosto.
La riera de Calella tras el aguacero del pasado mes de agosto.CARLES RIBAS

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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