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MARESME | Los efectos de los fenómenos atmosféricos sobre el territorio

Asignatura pendiente

Las rieras de Mongat, Arenys de Mar y Calella son ramblas o calles principales. La asignatura pendiente de estas poblaciones es su canalización. En Arenys de Mar, el agua desciende con fuerza y se acumula en la carretera nacional II, afectando a las viviendas que se encuentran a la altura de la estación de Renfe.

Las lluvias comportan la acumulación de aguas en los pasos subterráneos, que se anulan siempre que hay tormenta. Esta vez fue peor: el sistema de bombeo no ha funcionado y las alcantarillas han dejado aflorar aguas fecales. Se trabajó durante todo el miércoles para poder restablecer la normalidad. Este otoño otoño se canalizará la riera de Bareu, que hace cinco años se cobró numerosos vehículos aparcados. El gran alivio llegó en 2003, cuando se completó la canalización de la riera central. Los problemas de esta riera continúan, sin embargo, en Arenys de Munt, donde aún no se ha controlado. La obra está en periodo de licitación.

Los vecinos de Arenys tienen la lección bien aprendida: en la entrada de sus casas hay maderas que evitan que se cuele el agua, y cuando ven llover, acuden a toda prisa a retirar sus vehículos. La Policía Local corta el tráfico antes incluso de que caigan las primeras gotas, cuando existe la alerta previa.

Pero siempre hay despistados. En Calella, a finales de agosto la riera Capaspre, donde se encuentra la zona de hoteles y discotecas, arrastró numerosos coches hasta el mar. Aparcar allí está prohibido. Los vecinos hace años que reclaman la cobertura de la riera, cuyo proyecto aprobó en julio el Ayuntamiento. El consistorio lamenta que ésta sea una de las pocas poblaciones del Maresme que la Agencia Catalana del Agua no incluyó en su planificación de cubrimiento de 1992.

La riera de Sant Jordi de Montgat también está pendiente de canalización desde hace años. "Si los vecinos no vienen a sacar los coches, se los encuentran abajo del todo, en el puente", explica una portavoz del Ayuntamiento. El problema es lograr financiación. Por lo menos, en el municipio se cubrió hace dos veranos la riera Miquel Matas, que evita los cortes de tráfico, antes frecuentes, en la nacional II en dirección a Mataró.

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