La policía desaloja a los 'okupas' que estaban acampados desde el martes en una calle de Sants

La Guardia Urbana desmontó ayer el campamento que un grupo de okupas había instalado el pasado martes en la calzada de la calle de Rossend Arús, en el barrio de Sants. Ante el temor a ser desalojados de la casa donde se alojaban, La Rossenda, los jóvenes decidieron vivir en mitad de la calle. Sacaron sus muebles e instalaron dos vallas metálicas en los extremos de la vía para impedir el acceso de los vehículos.

La falta de coordinación entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana ha hecho que se hayan tardado cuatro días en desalojar a los okupas de la calle. Un portavoz de los Mossos aseguró ayer por la mañana que es la Guardia Urbana la que tiene competencias en cuanto a la ocupación de la vía pública. En cambio, el portavoz de la Guardia Urbana dio la versión radicalmente opuesta: que son los Mossos los encargados de todos los asuntos relacionados con el movimiento okupa. Posteriormente matizó estas declaraciones, y aseguró que dirigentes de ambos cuerpos estaban acabando de acordar una solución. Finalmente, el desalojo llegó ayer por la tarde, y lo hicieron los agentes de la Guardia Urbana, aunque los Mossos actuaron de apoyo. De este modo, ayer acudieron a la calle okupada todas las fuerzas que no lo habían hecho durante cuatro días, pese a los requerimientos de los vecinos. Éstos explicaron que no se quejan del comportamiento de los jóvenes, a no ser por el hecho de que les impedían el paso.

El desalojo de la calle de Rossend Arús se hizo sin incidentes, ya que los okupas no opusieron resistencia. La operación empezó al filo de las 16.30 horas y finalizó una hora más tarde. Tras el desahucio, los okupas organizaron una manifestación, con cacerolada incluida. Durante un par de horas, cortaron diferentes vías, entre ellas, la concurrida calle de Sants.