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LA CULTURA, CINCO AÑOS DESPUÉS DEL 11-S

El 11-S en el territorio de la novela

VÍSPERAS DEL 11-S: Brooklyn Follies (Anagrama), de Paul Auster, y The Emperor's Children, de Claire Messud. Homenajes a Nueva York que transmiten su pálpito, lo que la gente busca y espera de ella. Si Auster cuenta la vida de un hombre que regresa a morir al barrio de su infancia mientras reinventa su vida y observa su alrededor para escribir El libro de las locuras de los hombres y la novela concluye unos minutos antes de que el primer avión impacte en una de las torres; Messud describe los ansiosos noventa neoyorquinos a través de dos chicas y un muchacho que se abren paso en busca del triunfo y se miran el ombligo mientras sus vidas siguen de largo tras los ataques al WTC. Sobre esas vísperas también trata Cosmópolis (Seix Barral), de Don DeLillo que ofrece una mirada global del mundo que se desmorona. La obra transcurre en un solo día a finales de los noventa cuando un millonario atraviesa Nueva York y en su trayecto se muestra el comportamiento financiero del mundo y su desplome, los miedos al terrorismo y temas como el sexo, la tecnología y la muerte.

El 11-S y sus consecuencias: Jonathan Safran Foer, en Tan fuerte tan cerca (Lumen), cuenta el drama de una familia víctima de los atentados, a través de un niño que busca respuestas a la muerte de su padre aquel día. Nick McDonlle en The Third Brother describe la búsqueda de un desaparecido tras los atentados y el horror dejado en las personas. Reynolds Price en The good priest's crea una serie de retratos personales a través de sus caracteres y huellas dejadas por el atentado. El francés Frédéric Beigbeder, en Windows of the World (Anagrama), sitúa la historia en el restaurante del último piso de una de las torres, el 107, donde un agente inmobiliario toma el desayuno con sus dos hijos. Deborah Eisenberg en su libro de cuentos El crepúsculo de los superhéroes (editará Leqtor) incluye un relato homónimo que transcurre el 11-S. Lynne Sharon Schwartz, en The Writing on the Wall, reflexiona sobre las heridas y huellas más íntimas de estos hechos en la gente y la sociedad. Sobre consecuencias mundiales de los atentados, el inglés Ian McEwan, en Saturday (Anagrama), narra la jornada londinense del 15 de febrero de 2003 contra la guerra de Irak.

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