El Gobierno catalán elevará la renta mínima hasta 385 euros

El Gobierno catalán elevará la renta mínima de inserción (RMI) en un 10,17% y pasará de los actuales 349,45 euros mensuales a 385 euros a partir del próximo 1 de enero. La subida, que afecta a 13.384 perceptores, se complementa con otras mejoras que persiguen incentivar la aceptación de un empleo y la adecuación del subsidio a las nuevas realidades sociales, como la monoparentalidad o la temporalidad de los contratos.

La RMI es una ayuda de ámbito autonómico. La concede la Generalitat a las personas que están en edad de trabajar (entre 25 y 65 años) y que se encuentran en situación de pobreza severa o en riesgo de exclusión social, hechos que debe acreditar un trabajador social. A cambio, el perceptor del subsidio se compromete a llevar a cabo un itinerario de formación para insertarse en el mercado laboral. No obstante, la ayuda es universal e indefinida.

El problema es que la prestación, instaurada en 1990, había quedado "desfasada" respecto a los nuevos tiempos y en algunos casos desanimaba a aceptar un empleo, explicó ayer el secretario general de Trabajo e Industria, Ciriaco Hidalgo.

Así, para facilitar el acceso a la prestación o conservarla en caso de pobreza severa, a partir de ahora se tendrán en cuenta solamente los ingresos recibidos el último mes antes de solicitarla. Hoy se calculan los de los últimos 12 meses. En caso de pobreza extrema, también se mantendrán ciertos supuestos que hoy implican la supresión de la ayuda, como la percepción de la RMI por parte de otras personas del núcleo de convivencia familiar o que el ingreso supere la cantidad de la renta mínima.

Para estimular la inserción en el mercado de trabajo, el nuevo decreto, elaborado a partir del consenso con las organizaciones sindicales y empresariales, eleva de los 25 a los 30 años la edad para deducir de la prestación los ingresos de los hijos. "Cada vez se atrasa más la edad de emancipación de los jóvenes", explica Sebastián Esteban, director general de Economía Cooperativa. Esteban recuerda también el aumento del número de familias monoparentales o la nueva realidad del mercado laboral, con contratos cortos encadenados.

Así, se prolonga durante un año tras la extinción de la RMI el complemento por hijos menores de 16 años, y durante un periodo de seis meses no se computarán los contratos temporales cortos que realicen los beneficiarios de la renta mínima. Se trata de no penalizar la entrada en el mercado laboral.

La mitad de los beneficiarios no están en condiciones de trabajar. Por ese motivo, UGT reclama un plan específico para estos 6.500 perceptores.

En un momento boyante de la economía catalana, con tasas de crecimiento superiores al 3,5%, se trata de distribuir la riqueza. La mejora de la RMI costará 13 millones de euros y para 2007 está presupuestada en 75 millones.

El responsable de Proyectos Estratégicos del Departamento de Economía, Marcel Prunera, ahondó en las políticas sociales del actual Gobierno catalán al recordar el aumento de las pensiones mínimas y la creación del indicador de renta de suficiencia (IRSC), que debe garantizar una ayuda a las personas que reciban pensiones por debajo de dicho índice, fijado en 509,8 euros para 2006. Los 385 euros mensuales de la RMI no alcanzan.