Un soldado británico y otro canadiense mueren en Afganistán

Dos soldados de la OTAN murieron ayer en dos incidentes separados en Afganistán. En una carretera ente Kabul y Jalalabad, un suicida estrelló su coche contra una patrulla británica, matando a un militar y a cuatro civiles afganos. Y en Kandahar, al sur del país, un soldado canadiense murió por fuego amigo, cuando un avión que acudió en auxilio de la fuerza internacional disparó por error contra una posición aliada.

Un soldado canadiense fue la última baja mortal de la Operación Medusa -iniciada el pasado día 31 en el distrito de Panjwayi, en la provincia de Kandahar, con la participación de 2.000 efectivos de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF)-. Dos aviones de la ISAF acudieron en apoyo de un grupo de soldados que se enfrentaban a los insurgentes talibanes, pero uno de los disparos acabó en la posición amiga, matando a un soldado canadiense e hiriendo a otros tres militares, de nacionalidad británica.

El de ayer fue el quinto soldado muerto en los combates que libran las fuerzas en la operación Medusa. El sábado, otros 14 militares del contingente británico murieron al estrellase un avión de reconocimiento Nimrod MR2 en la provincia de Kandahar, por razones técnicas. Fuentes de la ISAF informaron el domingo de la muerte de al menos 200 talibanes.

La Operación Medusa tiene como objetivo expulsar a cientos de talibanes que se instalaron en mayo en el área de Panjwayi, y permitir a los miles de desplazados de la zona regresar a sus hogares. Panjwayi es un bastión y símbolo talibán, donde empezó el movimiento integrista que fue extendiendo su poder e influencia por todo Afganistán desde 1996 hasta la intervención estadounidense en 2001, después de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, el 11-S.

El responsable militar de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, general David Richards, dijo ayer a Reuters que la operación Medusa era "decisiva" en esta campaña. "La posición de los talibanes amenazaba geográfica y psicológicamente a la gente de la zona. Y es muy importante, antes de traer la reconstrucción y el desarrollo que necesita este país, que primero limpiemos el área de la amenaza talibán".

En los últimos meses, los insurgentes talibanes habían retomado prácticamente toda el área de la provincia de Kandahar, fronteriza con Pakistán, dejando aisladas a las fuerzas de la OTAN en la capital de la provincia.

Los actuales enfrentamientos de las fuerzas internacionales en diversas zonas de Afganistán son los más violentos desde que las tropas del Ejército de EE UU acabaron con el control de los talibanes en el poder, en 2001.

El soldado británico muerto ayer en el ataque suicida de Kabul hace el número 31 de los fallecidos en Afganistán desde 2001. Desde el mes de junio, 14 británicos han muerto en combates, además de los 14 militares que murieron el sábado al estrellarse un avión de reconocimiento.

Por su parte, el soldado canadiense muerto por fuego amigo en Kandahar eleva a 25 los fallecidos de esa nacionalidad este año en Afganistán, de los 2.300 desplegados por Canadá.