Cuatro visitas que no dieron sus frutos

Ninguna de las visitas de autoridades españolas a Senegal, el lugar de donde parten la mayoría de los cayucos rumbo a Canarias, ha traído consigo grandes logros en la lucha contra la inmigración irregular. Desde que Senegal fuera elegido centro de operaciones del despliegue diplomático encargado de frenar la avalancha de cayucos a Canarias el pasado mayo, se han firmado escasos acuerdos, sometidos a rebajas y regateos y sin efectos visibles en el número de cayucos interceptados en el país.

- CNI y Guardia Civil. El director del centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Sáiz, y el director de la Guardia Civil, Joan Mesquida, sellaron el 25 de agosto un acuerdo en Dakar con el ministro de Interior senegalés, Ousmane Ngom, por el que se comprometían a realizar una vigilancia conjunta de las costas con tres patrulleras senegalesas y un barco italiano.

- Viaje de Rubalcaba.El ministro del Interior, acompañado por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el de Exteriores, Bernardino León, pacta con su homólogo senegalés el patrullaje conjunto en barcos españoles hasta el 30 de noviembre, y anuncia el envío de dos patrulleras de la Guardia Civil y un helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía. Senegal da marcha atrás en la firma del memorándum y finalmente acepta, tras una semana de negociaciones.

- Pacto sobre repatriación. Bernardino León firmó con el presidente senegalés en junio un acuerdo de repatriación que nunca se llevó a cabo en los términos estipulados. Iban a ser repatriados 623 inmigrantes, y Wade sólo aceptó a cerca de 200 después de que el Consejo de Ministros aprobara un crédito de 20 millones de euros para Senegal.

- Ayudas para pantanos. El presidente Wade aprovechó la visita del embajador Miguel Ángel Mazarambroz en mayo para anunciar que aceptaba la devolución de inmigrantes a cambio de ayudas para hacer pantanos.