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Reportaje:

De negro y al estilo rompedor

Los creadores de la Asociación ADÑ, con taller en la capital, triunfan en la Semana Internacional de la Moda de Madrid

La Semana Internacional de la Moda de Madrid (SIMM) se cerró ayer en Ifema con unos claros y sorprendidos triunfadores: los diseñadores reunidos bajo las siglas ADÑ y que se corresponden a la Asociación Artística de Diseñadores Nacionales de Moda de España, que han escogido Madrid como sede y centro de operaciones y que mostraron sus colecciones en un espacio ferial diseñado con rigor y limpieza y que se convirtió en el centro vital del evento.

"ADÑ será la gran familia profesional que nunca ha existido en la moda de este país", dice el eslogan o punto de partida de los asociados en la que ha sido su puesta de largo. La fotografía de la comprometida artista Ana Laura Aláez les hace justicia: son guapos en lo suyo, particulares, sin miedo. Y se les ve muy urbanos, lanzados a la fiereza del mercado, la competencia y al desboque creativo.

Los diseñadores aúnan diseños comerciales con propuestas que se exponen en museos

Aláez ha realizado con anterioridad varios proyectos que la relacionan directamente con la moda, desde su recordada instalación en el Reina Sofía hasta el atrevido diseño del espacio comercial del joyero Chus Burés. El expositor de ADÑ en la SIMM tenía desde sillas transparentes de Phillipe Stark a lámparas de cristal negro de Bacarat. En las perchas, un derroche de búsquedas donde imperaban el negro y el blanco, con claro dominio del primero.

Antonio Alvarado, Carmen March, Carlos Díez, Ion Fiz, Juanjo Oliva, Locking Shocking (equipo formado por Ana González y Óscar Benito de Pablos) y Rocabert, constituyen la base fundacional de la Asociación que tiene su sede en la madrileña calle de Hortaleza tras dos años de germinación y estudios previos. "Algunos se han unido al proyecto y otros se han bajado del carro antes de su nacimiento", declara Ana González, presidenta, y Antonio Alvarado, vicepresidente, que puntualiza: "Queremos ser una puerta abierta a las empresas, a la relación entre industria y diseñadores, y a convertir ADÑ como conjunto en una referencia para todos sin entrar en guerra alguna con las otras asociaciones ya existentes".

Todos los diseñadores de ADÑ tienen sus estudios y talleres en Madrid, a excepción de Ion Fiz, que trabaja a caballo entre Bilbao y la calle del Almirante. El potencial de diseño que exhiben es enorme, la energía que desprenden contagiosa, el estilo que marcan, rompedor, elegante, ultramoderno sin pasarse y siempre con un sello de buen gusto.

La voluntad de crear vínculos creativos y artísticos y de dar apoyo a las nuevas generaciones, además de "representar a la moda española en el plano internacional sin complejos", son el postulado básico de ADÑ. Algunos de ellos desfilan en la Pasarela Cibeles, otros no. Y hay un común denominador a pesar de sus fuertes y distintivas individualidades: se trata de hacer moda contemporánea. Desde hace varias temporadas, especialistas, público y víctimas entusiastas de la moda esperan sus desfiles sabiendo que encontrarán no sólo algo nuevo sino mucho de sorpresa.

Alvarado es el más veterano del grupo y en cierto sentido su alma máter; él formó parte de la Pasarela Cibeles desde su primera edición en 1984 y en vez de encumbrarse con los de su generación ha preferido el riesgo y la electricidad de los más jóvenes, con los que se siente totalmente integrado. De hecho, su producto tiene más que ver con este racimo de talentosos que con los cánones establecidos o convencionales.

Óscar y Ana también han tenido una evolución singular. Tras sus estudios de Bellas Artes crearon Locking Shocking en 1997 con la idea de centrarse en los complementos, especialidad en la que estos chicos son buenísimos y siempre originales; pero poco después derivaron a la ropa de serie siempre interrelacionando sus colecciones con otras disciplinas artísticas como la fotografía, el videoarte o las instalaciones.

Carmen March y Juanjo Oliva crearon en 2000 Egotherapy en la calle de Núñez de Balboa, un laboratorio que es a la vez mostrador y taller. Carlos Díez se ha implicado en el diseño de gafas y calzado deportivo de grandes marcas globalizadas; Rocabert en sus propios productos complementarios a la ropa y en los vestuarios de ballet; Ion Fiz ya tiene una segunda línea más experimental.

A la mayoría de ellos no le faltan premios de reconocimiento y en realidad lo que les une es una proyección de sus propios trabajos en una ciudad que discurre a su ritmo y que le sirve de fermento y plataforma; puede decirse que tienen la ciudad asumida como parte de una trama y de un todo que les incluye y les inspira.

Paralelo a la fundación de ADÑ y a su debú oficial estos creadores han continuado en una febril actividad que primero les llevó al Circuit de Barcelona, donde muchos de ellos se dieron a conocer y luego continuaron en museos como el IVAM, el MUSAC, el Reina Sofía y el MACBA. En estos centros de arte han tenido una calurosa acogida, pues entienden la moda no como un estricto cometido comercial sino como un fenómeno en el que los ingredientes sociológicos y culturales tienen su peso. Uno de los importantes proyectos en que tanto Locking Shocking como Alvarado o Díez se han visto involucrados es el Proyecto Campari Alter Ego, un desarrollo de acciones e instalaciones donde la moda es parte de una propuesta mucho más ambiciosa.

La Asociación ADÑ ha anunciado un programa de intensas actividades que comprenden desde la captación de nuevos socios hasta relacionar el trabajo asociativo con espacios emblemáticos de la ciudad de Madrid.

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