Novela de revelación
¿EL GÉNERO "novela histórica" está llegando al clímax en su comunión con el lector? Que la novela histórica con su instinto pedagógico funcionara al final del siglo XIX no extraña a nadie: entonces muchos lectores hacían turismo a través de las novelas, como viene a decir García Gual en La Antigüedad novelada. Sorprende más que ahora vuelva a estar en alza, si bien en este momento se trata de una modalidad concreta de la novela histórica: la apocalíptica, que tiene muy en cuenta el concepto misterio y recupera, si bien de forma muy profana, el sentido religioso que tuvo el término.
El hecho de que haya ya unos cuantos autores españoles maestros del género y que venden bien en el extranjero dice mucho acerca de la globalización de las modas pero también es la prueba de que en España se saben elaborar éxitos internacionales que antes no se daban con tanta claridad.
Las razones de éxito de las "novelas de revelación" son múltiples, pero sobre todo hay una: vivimos en tiempos imprevisibles, y lo imprevisible tiende a parecernos siempre apocalíptico. De ahí que triunfen las narraciones de factura tradicional y muy asimilable, que se presentan al lector como una revelación casi religiosa cuando no como una revelación presuntamente histórica y que atañe a la Historia. Ocurre además que algunas se desarrollan en forma de thriller, elemento que introduce una cierta novedad en un género que parecía agotado y que sin embargo es ahora cuando está alcanzando su mejor momento.
A pesar de haber abordado a veces temas apocalípticos e históricos, no he practicado nunca el género, ya que el tema y la época no definen una novela: la define el procedimiento, pero estimo que se trata de un fenómeno a tener en cuenta. Los editores lo saben mejor que nadie.
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