El Gobierno catalán destituye a la responsable de adopciones

Rosa Maria Bertran, responsable del Instituto Catalán de Acogida y Adopción (ICAA), es la primera víctima del embrollo que padecieron siete familias adoptantes en la Embajada española en Kinshasa (República Democrática de Congo) "por deficiencias en su expediente", según Exteriores. La consejera catalana de Bienestar y Familia, Carme Figueras, relevó ayer a Bertran "por falta de comunicación" y "pérdida de confianza".

Adoptar es un viaje de alto riesgo emocional: el expediente puede pesar tanto como el equipaje. Pero algo falló en el viaje de las familias que llegaron el 1 y el 4 de agosto a Kinshasa (capital de la República Democrática de Congo) y Brazzaville (capital de la República del Congo) de la mano de Adic (Asociación de Adopción de Niños de Congo), acreditada por la Generalitat. Según fuentes de la Consejería de Bienestar y Familia, Figueras sólo tuvo conocimiento de que las familias estaban bloqueadas en Kinshasa el 17 de agosto, a pesar de que Bertran suspendió temporalmente la actividad de Adic el 1 de agosto.

Bertran ha atribuido su dimisión a la negativa de la consejera, la socialista Carme Figueras, de pedir explicaciones al Ministerio de Exteriores. Este hecho ilustra, a su juicio, que "la consejera, el Gobierno de la Generalitat y el PSC están sometidos al Gobierno central y al PSOE".

Militante de Esquerra Republicana, Bertran continuó como alto cargo en la Administración catalana pese a la salida de los independentistas del Ejecutivo. La periodista Gloria Langreo la reemplazará en el cargo.

El relevo no puede desmarcarse del docudrama vivido por las familias en ambas repúblicas del Congo. Sólo una de ellas, la formada por Natalia Castellanos y Javier Torrens, que adoptó en la República Democrática del Congo, pudo inscribir a su hija en el registro consular.

"El viaje fue una temeridad", afirma tajante el portavoz de Asuntos Exteriores, Ángel Vázquez. "Venimos desaconsejando la adopción en la República del Congo desde diciembre de 2005 debido a la inseguridad jurídica de este país, donde no tenemos Embajada, y advertimos que en el registro de Kinshasa no se inscribirían adopciones realizadas en Brazzaville". Las familias que adoptaban en Brazzaville tampoco pudieron reunir los documentos exigidos para obtener los visados por reagrupamiento y sus hijos viajaron como turistas. Vázquez asegura que Adic omitió información e hizo creer a las familias que todo era más fácil.