Ahmadineyad reta a Bush a un debate en televisión

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, propuso ayer celebrar un debate televisado en directo entre él y el presidente de EE UU, George W. Bush, para presentar sus ideas sobre un nuevo orden mundial. "Sugiero que se encuentren otros modos de gobernar el sistema mundial en lugar del método injusto con el que EE UU y Reino Unido tratan de controlar todo, incluso por la fuerza". Ahmadineyad insistió, ayer en Teherán, en que el debate tendría que celebrarse "sin censura".

El presidente iraní hacía sus declaraciones en relación con el fin mañana del plazo fijado por el Consejo de Seguridad de la ONU, que el pasado 31 de julio aprobó una resolución en la que daba a Irán un mes para suspender el enriquecimiento de uranio y amenazaba con sanciones si no lo hacía.

La Casa Blanca reaccionó de inmediato a la propuesta de Ahmadineyad. Un alto responsable de la Administración de Bush indicó a la Agencia France Presse que la oferta es una maniobra para desviar la atención "de las inquietudes legítimas de EE UU y de la comunidad internacional ante el comportamiento de Irán: su apoyo al terrorismo y su voluntad de producir armas nucleares".

Francia se mostró ayer "dispuesta a reanudar el diálogo" con Irán sobre su programa nuclear, sin renunciar a la exigencia de que Teherán detenga las "actividades delicadas", como el enriquecimiento de uranio. El ministro de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, aseguró ayer, durante la conferencia anual de los embajadores en París, que "debe tratarse de un diálogo lúcido, concreto y responsable".

La UE también se muestra preocupada ante la persistente reticencia de Teherán a ceder a las exigencias internacionales. La comisaria de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, declaró al diario vienés Die Presse: "Irán quiere evidentemente moverse en dirección al enriquecimiento de uranio". La comisaria no descarta la posibilidad de que Europa adopte sanciones. Mientras, el Gobierno de Teherán ya ha anunciado que no suspenderá su actividad nuclear.