La suspensión del vuelo del 'Atlantis' complica el futuro de la Estación Espacial

La NASA decidió ayer suspender provisionalmente el lanzamiento del transbordador Atlantis, ya retrasado dos veces, debido a la inminencia de la llegada a Florida de la tormenta tropical Ernesto, la primera de la temporada de huracanes. El Atlantis será devuelto hoy al hangar para protegerlo de los vientos. Este retraso sin plazo complica los planes de la NASA para terminar de construir la Estación Espacial Internacional (ISS) y puede interferir con el lanzamiento de una nave rusa Soyuz con una tripulación de recambio y una turista espacial.

El transbordador se traslada sobre un gran transporte oruga, que tarda unas seis horas en recorrer los 6,5 kilómetros de distancia entre el hangar y la plataforma. "Querríamos dejar la plataforma mañana por la mañana [por hoy], porque con la predicción meteorológica que hay para por la tarde, es mejor estar de vuelta en el hangar lo antes posible", comentó ayer Mike Leinbach, director del lanzamiento. Con el vuelo del Atlantis, la NASA esperaba reanudar la construcción de la ISS, interrumpida por el accidente del Columbia en 2003. La misión sería la decimonovena de un transbordador a la estación desde 1998, y quedan otros 19 vuelos pendientes para completar la estructura espacial antes de 2010, cuando está previsto que dejen de volar los transbordadores, según los planes establecidos por el presidente Bush. El calendario es muy apretado y el retraso de ahora puede interferir además con el traslado de una nueva tripulación a la ISS en septiembre.

La NASA tiene hasta el 7 de septiembre de plazo para poder lanzar el transbordador hacia la estación. Si el tiempo lo permite, el Atlantis podría ser devuelto a su plataforma de lanzamiento una vez que pase el Ernesto, pero son necesarios ocho días para volverlo a preparar. Además, si el lanzamiento tiene lugar después del 3 de septiembre, la misión rusa tendría que retrasarse del 14 de ese mes, la fecha prevista, hasta el 18 o 20. El transbordador no puede estar en la estación al mismo tiempo que la Soyuz y la duración de su misión está establecida en 11 o 12 días, de los cuales más de dos los emplea en la ida y vuelta a la estación.

En la ISS hay ahora tres astronautas, dos de los cuales volverían en la Soyuz, junto con la turista espacial Anousha Ansari, que ha pagado 20 millones de dólares (15,63 millones de euros) por pasar ocho días en órbita. Ansari, de 39 años, sabe sólo desde hace unos días que volará, ya que se estaba preparando como sustituta en esta misión. El millonario japonés Daisuke Enomoto fue declarado la pasada semana no apto para el vuelo tras un examen médico y ayer se confirmó el vuelo de Ansari. Además de estos ingresos la agencia espacial rusa cobrará por hacer que uno de sus astronautas lance al espacio una pelota de golf con un palo de marca bañado en oro en noviembre. Para el año que viene está previsto que se empiecen a comercializar también los paseos espaciales para los turistas, a razón de 15 millones de dólares más (11,72 millones de euros) por 90 minutos.

El Atlantis tiene preparada en su bodega una carga de 17,5 toneladas. Son dos segmentos a añadir a la viga principal de la estación, a uno de los cuales van sujetos dos grandes paneles solares (73 metros de longitud en total) plegados para su traslado. Este par de paneles producirá 30 kilovatios de potencia eléctrica, lo que duplicará la capacidad de generación de energía.

Esta misión es especialmente complicada y están previstos tres paseos espaciales para realizar las tareas que no pueden hacer los brazos robóticos, el del transbordador y el mayor de la estación. La secuencia prevista es descargar el paquete, del tamaño de un autobús, trasladarlo hasta su lugar de ubicación, conectar las estructuras y prepararlas para el despliegue de los paneles solares y finalmente desplegarlos automáticamente.