Una alternativa a la compra

Hasta hace apenas dos décadas, el renting era una fórmula prácticamente desconocida y, por tanto, muy poco utilizada en España por empresas y profesionales a la hora de gestionar sus flotas. En los últimos años, sin embargo, estamos asistiendo a un espectacular crecimiento de la actividad en este sector, que continúa el camino iniciado en países como Reino Unido, Holanda y Estados Unidos. De acuerdo con los datos de la Asociación Española de Renting (AER), en 2005 este mercado tenía casi medio millón de vehículos en circulación y su cifra de negocio se situó alrededor de los 3.300 millones de euros.

Estos resultados vienen a confirmar que, tanto grandes compañías como pymes y autónomos, apuestan cada vez con más fuerza por el renting como una alternativa rentable y eficaz a la compra cuando precisan disponer de un parque de vehículos para el desarrollo de su negocio.

Este servicio contempla la posibilidad de devolver el vehículo en cualquier momento, sin penalizaciones

Para el sector empresarial, la gestión de flotas a través de esta modalidad conlleva numerosas ventajas, tanto contables y fiscales como de tipo operativo. La contratación de este servicio de alquiler a largo plazo, en el que el propietario de los vehículos es la firma de renting, se considera, a efectos contables, como un gasto más, por lo que no afecta al inmovilizado de la empresa. Esa cuota mensual es, además, un concepto deducible en la cuenta de explotación de la compañía.

Por otro lado, el renting tiene unos indudables beneficios prácticos, ya que el mantenimiento, los seguros y la cobertura mecánica ante posibles averías o contingencias corren a cargo de la empresa que presta el servicio. Los usuarios disfrutan, igualmente, de una renovación periódica de las flotas, lo que les permite disponer de vehículos nuevos y más avanzados tecnológicamente cada, como máximo, cinco años.

A medida que la implantación del sistema de renting en nuestro mercado se ha ido haciendo efectiva, las empresas han comenzado a demandar soluciones más flexibles y personalizadas, capaces de dar una respuesta inmediata a las necesidades que les plantea su trabajo diario: ampliación o reducción de flotas, modelos específicos, equipamientos especiales, cobertura geográfica... Compañías de logística, servicios o construcción, para las que el transporte constituye un pilar fundamental, son, en este sentido, muy sensibles ante las fluctuaciones en su nivel de actividad y exigen, de forma creciente, una mayor operatividad de sus proveedores de vehículos de renting.

Ante estos requerimientos ha surgido una nueva fórmula dentro del sector, el renting abierto, que ofrece un valor añadido al cliente respecto a los contratos tradicionales. Este servicio contempla la posibilidad de devolver el vehículo en cualquier momento sin que ello implique penalizaciones o coste de cancelación alguno, gracias a la flexibilidad en los plazos de alquiler.

Por otro lado, el renting abierto no limita el kilometraje de sus contratos, lo que evita cargos adicionales cuando finaliza el periodo de alquiler. La cuota que el cliente abona mensualmente es fija y, además, la prima del seguro no sufre incrementos en función de la siniestralidad, a diferencia del renting clásico. Junto a la simplicidad y flexibilidad en las estipulaciones de los contratos, la modalidad de renting abierto proporciona una cobertura integral frente a posibles incidencias: vehículo de preentrega y sustitución gratuito, y servicio de mantenimiento inmediato.

Esta evolución en las prestaciones de las firmas de renting permite avanzar que muchas pequeñas empresas y profesionales autónomos, habitualmente más reacios a la externalización de servicios, se unirán en el futuro a esta tendencia, ayudando a consolidar un sector que, sólo en 2005, copó el 11% del mercado de turismos, todoterreno y comerciales en España.

Eduardo González de la Rocha es director comercial y de Marketing de Fualsa.