La alarma salta en Elche al hallar una segunda palmera con picudo rojo
El picudo rojo es un coleóptero de origen tropical que no mide más de cinco centímetros, pero su afición por perforar tallos de palmera produce unos efectos devastadores. En Elche, la plaga ha provocado la tala de 3.500 árboles afectados desde el año pasado, cuando fue detectada, y amenaza ahora con extenderse al palmeral histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los malos augurios se confirmaron el pasado jueves, cuando una inspección de las palmeras del cuartel de la Guardia Civil del barrio de Altabix permitió detectar el primer ejemplar infectado en el casco urbano. Ayer se descubrió que el picudo ha afectado a una segunda palmera, también de especie canaria. Los siete árboles del cuartel serán arrancados y destruidos de inmediato.
El concejal de Medio Ambiente, Emilio Doménech, reconoció ayer que la aparición del insecto en estos ejemplares, situados a sólo 300 metros del palmeral histórico, ha supuesto un mazazo anímico para una ciudad en plena batalla contra la propagación del picudo: "Es pronto para determinar las consecuencias, pero la noticia es muy preocupante". Se teme que el picudo, que gusta de zamparse las datileras más jóvenes, comience a atreverse con los de mayor edad. "Mientras tenga donde elegir irá a las palmeras más tiernas. Pero cuando no sea así, su evolución será imprevisible", advirtió el edil, que recordó que una hembra fecundada es capaz de poner hasta 400 huevos de una sola tacada.
El Consistorio se reunirá el lunes o el martes con la Generalitat, que ha ofrecido "todos los recursos necesarios para proteger el palmeral", según Doménech, para estudiar medidas que frenen el avance del picudo.
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