Amor multicultural

Él suspira con rodar la primera película alemana de kung-fu; ella, su admirada novia, con protagonizarla. Él es turco, aunque nacido en Alemania; ella es alemana así, sin más. Y ambos tienen un problema: ella está embarazada y, como le dice su madre a la chica: "¿Quién ha visto alguna vez a un turco con un cochecito de niño?". Y ahí empiezan todos los problemas.

Narrada con un desprejuiciado sentido del espectáculo, con trucos caseros y piruetas coreográficas que se ríen de Bruce Lee (aquí, algo más que un invitado de piedra) y una voluntad nunca negada de llegar al público, Anno Saul, nuevo en esta plaza, propone una comedia que parece ir de una cosa (las dificultades de un chico imaginativo para abrirse camino en el difícil mundo del cine), pero que en realidad habla de otras. Porque como en Bienvenido a casa, la reciente película de David Trueba, aquí de lo que se trata es de mostrar un camino de redención, el que el atolondrado protagonista deberá iniciar para recuperar a su embarazada novia. Porque ella, como Pilar López de Ayala en el filme de Trueba, sabe lo que quiere y él teme perder lo que tiene... por provisorio que sea.

Añádase a la mezcla un ritmo inteligente, algunos toques de la ancestral rivalidad turco-griega, más la incomprensión turco-alemana, y una mirada inteligente sobre muchos jóvenes y su dificultad para integrarse en el mundo del compromiso, y se tendrá una comedia un poco superficial pero en el fondo simpática y atractiva, una recomendación para una noche de éstas de calor y final de verano.