Carmelo Gómez regresa con nocturnidad y alevosía
El actor protagoniza 'La noche de los girasoles'. Su primera película de producción íntegramente española después de tres años. Un inquietante 'thriller' rural en seis actos.
El entorno no hace al hombre". Carmelo Gómez deja claro que guarda pocas dudas al respecto. La diferencia, si existe, entre hombre de ciudad y hombre de campo, se difumina a la misma velocidad con la que se pierde la cobertura de un móvil en una zona de montaña. "Perder la cobertura es como estar en la jungla. El medio aparece como algo inquietante, fuera de control y es ahí donde sale el instinto de supervivencia", reflexiona Gómez. O al menos esto es parte de lo que le sucede a Esteban, el espeleólogo que encarna en La noche de los girasoles, su primera película española "en más de tres años", y el debut como director del hasta ahora guionista Jorge Sánchez-Cabezudo. La película ha sido seleccionada para el Festival de Londres, que tendrá lugar en octubre, y será proyectada en septiembre, fuera de concurso, en la Mostra de Venecia.
Con este inquietante filme que hoy se estrena, el actor sella su regreso a las pantallas después de la pausa teatral que le ha llevado por los escenarios de media España. ¿Teatro o plató? El medio parece que tampoco tiene por qué influir al actor, pero Gómez puntualiza que ésta, su película española de vuelta, "es muy teatral".
El guión le llegó hace cuatro años y por aquel entonces el título que manchaba la primera página era Angosto. Su estructura circular, en la que se van alternando seis historias narradas desde distintos puntos de vista y que confluyen en una misma trama de suspense, le atrapó. Inmerso en nuevos rodajes y proyectos -La carta esférica, de Imanol Uribe y Oviedo Express, de Gonzalo Suárez- y con un flamante Goya por su trabajo como actor de reparto en El método, el actor habla de su enganche con la oscura trama de este thriller. "Era una historia muy cerrada en la que resultaba difícil cambiar una coma", recuerda. Una historia que ocurre al margen de los grandes titulares, un drama hasta cierto punto anónimo, abandonado, casi tanto como el lugar en el que sucede. "El telón de fondo de la película es el abandono, el despoblamiento de las zonas rurales", explica. Y sobre este telón -que por momentos, según Gómez, hace las veces de "ring de boxeo"- es donde los espeleólogos de la ciudad, la benemérita local y los paisanos de la zona se ven arrastrados hacia las tinieblas. "El destino es un motor más poderoso que ellos. El caos tiene una gran fuerza y provoca situaciones que no quieren afrontar. Todos tratan de escapar pero cuánto más tiran, más se ahogan". Y al decir todos, Carmelo Gómez se refiere al elenco de personajes que acompañan a su Esteban en este descenso a las bajas pasiones, y a quienes da vida un variado reparto de rostros como el del veterano Celso Bugallo (Mar adentro), el del televisivo Mariano Alameda (Aquí no hay quien viva) o el de la debutante Judith Dekhate. "La película crea un mapa de rostros con miradas muy distintas".
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