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Crónica:Mundial de baloncesto 2006
Crónica
Texto informativo con interpretación

Italia da un susto a Estados Unidos

Anthony salva a los norteamericanos, incapaces de jugar como conjunto

Durante más de medio partido, un escalofrío recorrió a la delegación española en Hiroshima. Italia estaba ganando a Estados Unidos, lo que significaba que la historia de Atenas 2004 se podía repetir y que España tendría que vérselas con los de la NBA en los cuartos de final. Lo que, en principio, parecía impensable, después de los dos primeros cuartos, ya no lo era tanto, lo que se tradujo en un sinfín de maldiciones al ver la empanada norteamericana (36-45).

Una vez más, Italia había planteado el partido inteligentemente. Enfriándolo y no dejándose intimidar por la agresiva defensa rival, estaba dominando el rebote y el ataque gracias al joven Belinelli, un tirador superlativo. Los italianos proponían conceptos colectivos contra los que chocaban casi todos los deslavazados intentos de los estadounidenses. La paciencia, madre de la ciencia, conseguía que en muchos ataques, pasados los primeros instantes de agobio defensivo, pudiesen encontrar caminos para martillear la canasta de un equipo que se protege peor de lo que parece y que iba de mal en peor hasta que un dos más uno de Belinelli colocó la máxima ventaja italiana (36-48, minuto 1 del tercer cuarto). Aquello iba en serio.

ESTADOS UNIDOS 94 - ITALIA 85

Estados Unidos: Paul (6), James (8), Wade (26), Anthony (35), Brand (16) -cinco inicial-, Hinrich (4), Johnson (0), Howard (0), Jamison (0) y Battier (0).

Italia: Belinelli (25), Michelori (6), Mancinelli (12), Soragna (11), Basile (6) -cinco inicial-, Di Bella (12), Mordente (5), Marconato (4), Garri (2), Gigli (2), Rocca (0) y Pecile (0).

1º CUARTO 25-19

2º CUARTO 11-26

3º CUARTO 35-19

4º CUARTO 23-21

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Finalmente, la sangre no llegó al río y el camino de España quedó como se presumía. Pero la victoria de Estados Unidos no llegó a través de un esfuerzo colectivo, sino porque uno de sus hombres, el mejor hasta la fecha, de nombre Carmelo Anthony, entró en ignición. Jugando él contra el mundo, cogió una racha monumental que le llevó a anotar 30 puntos en el segundo tiempo. Le ayudó lo que pudo Dwayne Wade, que fue bastante. Al final del tercer cuarto, las cosas parecían volver a su cauce (71-64), aunque Italia no se rindió y llegó a ponerse a tres puntos de distancia (73-70). Pero Anthony y Wade ya estaban lanzados y, a falta de cuatro minutos, el enésimo triple del jugador de Denver cerró definitivamente el partido y todos, estadounidenses y españoles, pudieron respirar tranquilos.

Es el primer toque de atención a un equipo que sigue en sus trece de hacer caso omiso a los conceptos globales del juego. Ni siquiera en los peores momentos recurrieron a ellos. Si no llega a ser por el recital de Anthony, la historia podría haber sido diferente. Pero también es verdad que atesoran tal cantidad de talentos individuales que las posibilidades de que uno se ilumine es mucho mayor que la del resto. Con todo, Italia enseñó sus debilidades y el tipo de juego que peor les sienta. Y esto, en los campeonatos largos, tiene su importancia. Ya están avisados. O juegan más en equipo o la próxima vez igual el salvador no llega a tiempo.

Anthony supera la oposición de Marconato.
Anthony supera la oposición de Marconato.EFE

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