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Crónica:Mundial de baloncesto 2006
Crónica
Texto informativo con interpretación

Angola encasquilla la máquina

España se asegura el liderato de su grupo con un laborioso triunfo y evita enfrentarse a Estados Unidos antes de la final

Robert Álvarez

Da la sensación de que los técnicos y los jugadores de España tenían ganas de encontrarse con un rival que les diera tralla. Angola lo consiguió. El campeón africano empujó al equipo español hacia el alambre por primera vez en lo que va de Mundial, incluyendo los nueve partidos de preparación previa. España había resuelto todos sus duelos con rotundidad. Pero va tan sobrada que recela, no vaya a ser que se repita la maldita historia de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, cuando se impuso también en todas las contiendas preparatorias y en seis de la competición en sí hasta que una sola derrota, una sola, precisamente ante Estados Unidos, el gran adversario de nuevo, la relegó al séptimo puesto.

ESPAÑA 93 - ANGOLA 83

España: Calderón (2), Navarro (12), Jiménez (5), Garbajosa (15), Pau Gasol (28) -cinco inicial-, Mumbrú (7), Sergio Rodríguez (0), Cabezas (6), Marc Gasol (2), Fernández (16) y Berni Rodríguez (0).

Angola: Mingas (9), Lutonda (18), Almeida (2), Cipriano (6), Gomes (24) -cinco inicial-, Morais (5), Barros (5), Carvalho (12) y Moussa (2).

Árbitros: Voreadis (Grecia), Chiti (Argentina) y Yang (China). Excluido Gomes por faltas personales. Técnia a Almeida por gritos soeces.

Unos 4.000 espectadores.

1º CUARTO 25-12

2º CUARTO 21-24

3º CUARTO 19-21

4º CUARTO 28-26

Todos tuvieron que apretar los dientes, incluido Gasol, superado en la defensa por Gomes
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En este campeonato de Japón, ni siquiera la Alemania de Nowitzki logró salvarse de la paliza de rigor. Angola, en cambio, apretó las tuercas a España. Con un juego muy dinámico, una velocidad y una agresividad endiabladas tanto en el ataque como en la defensa, incluso vio muy cercana la posibilidad de remontar un marcador que parecía seguir los mismos parámetros de los días precedentes. La sustancial ventaja de España llegó a ser máxima mediado el segundo cuarto (39-20). Pero, cuando los angoleños se pusieron a tan sólo cuatro puntos (74-70) faltando seis minutos para el final, llegó a planear sobre el parqué la posibilidad de que se repitiera el famoso angolazo, aunque salvando todas las distancias porque las consecuencias no habrían sido ni mucho menos tan dramáticas. Planeó, sí, un batacazo como el que sufrió España en los Juegos de Barcelona 92, aunque esta vez no habría sido tan inesperado por el nivel del baloncesto angoleño como por el hecho de que el cuadro de Pepu Hernández transmite una tremenda seguridad en su juego.

Pero sufrió España. Todos tuvieron que apretar los dientes, empezando por Pau Gasol, tan imparable en el ataque como superado en la defensa por Gomes, un pívot al estilo de Garbajosa, tan capaz de anotar desde debajo del aro como de sumar tres puntos. Lo pasó mal Calderón, que, lejos de su festival ofensivo ante Alemania, no logró frenar a Lutonda, un base de 34 años que le llevó por la calle de la amargura. Sudó tinta la defensa. Necesitó abrirse más que ningún otro día debido a la movilidad y capacidad de los jugadores exteriores angoleños. Padeció, en fin, todo el equipo para paliar al máximo su incapacidad para cerrar el rebote defensivo. Gracias a ello, hasta 15 veces se benefició el ataque angoleño de segundas opciones mientras que España, en el otro aro, sólo atrapó cinco rechaces y echó de menos como nunca a Felipe Reyes, un especialista en la materia. Así, España concluyó el partido con ocho rebotes menos que Angola. Y eso es darle mucho carrete a un contrincante con poco cartel, pero que practica un juego tan sencillo como práctico.

El descaro con el que los angoleños se desenvuelven lo plasmó Moussa, un pívot que es once centímetros más bajo que Gasol, pero que no se cortó a la hora de ponerle un gorro nada más empezar. Sin embargo, el equipo español fue imponiendo su calidad, con Rudy Fernández especialmente inspirado, y abrió distancias en el marcador. Daba la sensación de que el partido se encarrilaba con la suficiencia de los días precedentes. Pepu Hernández limitó las rotaciones y algunas, como las de Marc Gasol o Berni Rodríguez, no causaron el efecto efervescente de veces anteriores.

Los triples de Gomes, las entradas a canasta de Lutonda y una buena racha, pese a una falta técnica con la que fue castigado Almeida, permitió a los angoleños estrechar el cerco. Pero Cabezas, que ya había hecho un par de jugadas muy interesantes hacia el final del primer cuarto, relevó a Calderón en los instantes críticos y minimizó los daños que estaba causando Lutonda. Además, Navarro y Gasol asumieron la responsabilidad en el ataque y Gomes acusó el desgaste de las faltas.

La victoria asegura a España el primer puesto del Grupo B, muy codiciado porque evita el hipotético cruce con Estados Unidos hasta la mismísima final.

Rudy Fernández salta para encestar el balón.
Rudy Fernández salta para encestar el balón.REUTERS

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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