Hallado en el Abric Romaní de Capellades un árbol cortado por hombres de Neanderthal
Las excavaciones realizadas este mes de agosto en el Abric Romaní de Capellades, un yacimiento descubierto hace casi 100 años y en el que se está trabajando en el nivel de ocupación de hace 56.000 años, han tenido como principal hallazgo los restos de un árbol de unos 40 centímetros de diámetro, cortado cuando el hombre de Neanderthal acampaba en aquellos parajes. El paleontólogo Eudald Carbonell, director de la excavación, afirma que se trata de un descubrimiento significativo porque demuestra sus tesis, ya avanzadas anteriormente, de que los neanderthales "eran gente muy avanzada, que disponían de tecnología y contaban con un sistema de organización parecido al del Homo sapiens".
Además de restos de varias hogueras -en conjunto se han encontrado en todo el yacimiento restos de unos 300 fuegos-, en la campaña de este año ha destacado el hallazgo de estos restos de árboles cortados que se encuentran fosilizados. La base del tronco, de un metro de altura, se hallaba aún en posición vertical y Carbonell explica que se advierten también marcas de las raíces. Alrededor han aparecido varias ramas -la mayoría, indica Carbonell, debieron de utilizarse para encender los fuegos- que se encuentran dispersas alrededor del tronco.
"Este hallazgo nos permite demostrar que los neanderthales cortaban los árboles, con piedras, al lado del campamento, y almacenaban la leña para las hogueras", señala Carbonell,
que también codirige la famosa excavación de Atapuerca. "Hasta ahora sabíamos que recogían ramas caídas y árboles podridos o caídos, pero este hallazgo permite demostrar que también talaban árboles verdes para aprovisionarse de madera". Carbonell añade que se han encontrado restos de madera de pino rojo, aliso y álamo. Los neardenthales utilizaban esta madera para obtener el fuego, pero también confeccionaban con ella instrumentos para la caza, la recolección y el uso doméstico.
El Abric Romaní es, agrega Carbonell, el más importante del mundo en lo que respecta a hallazgos de instrumentos de madera -se han hallado unos 100- y a fogatas excavadas. El yacimiento está situado bajo un abrigo de piedra calcárea, y el abundante bicabornato cálcico del agua de Capellades ha permitido que estos restos vegetales hayan podido conservarse. El agua de las abundantes fuentes recubre la superficie vegetal fosilizando el exterior de la misma. Cuando desaparece el material leñoso, se mantiene el rastro del mismo, lo cual permite, mediante la fabricación de un molde sobre este negativo, conocer su forma original.
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