Pujol dice que la actitud del tripartito ha "provocado" a la Iglesia
Los obispos serán "una especie de gendarmes", dijo el ex presidente
El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol criticó ayer, en la Universitat Catalana d'Estiu, al tripartito por haber cerrado la Oficina de la Generalitat en Roma, que servía para "dialogar" con los cardenales. Aquella actuación del tripartito sólo presagia malos augurios: "Habremos provocado tanto", que los próximos obispos que envíen a Cataluña serán "una especie de gendarmes".
A juicio de Pujol, aquella actuación del tripartito, una de las primeras decisiones que tomó, sólo augura malos presagios.
El político conservador lamentó aquella decisión, pero criticó todavía más la reacción de "algunos políticos e intelectuales progres que se alegran de que Roma no nos escuche". En este sentido, Pujol rechazó la "fuerte laicización" de la sociedad catalana, hasta el punto de que, en su opinión, "nos llaman la Holanda del Sur".
Pujol también criticó la "ruptura" que, en su opinión, se ha producido en la Iglesia catalana. Afirmó que en su seno conviven dos tendencias enfrentadas: una "muy conservadora" y otra "radical y de izquierdas". Aseguró no sentirse "identificado" con ninguna de estas dos corrientes y añadió: "Nada de esto es bueno para el país".
El ex presidente de la Generalitat no se quedó corto en críticas. Reprochó al episcopado catalán por su "silencio" ante una instrucción pastoral emitida por la Conferencia Episcopal Española (CEE) el pasado mes de julio en el que se afirmaba que "la unidad de España tiene un valor teológico y moral". Pujol dijo al centenar de asistentes a la conferencia: "El silencio no siempre es sinónimo de oposición". Ese grupo de prelados calló, dijo, "no porque no estuvieran de acuerdo" con el contenido de aquel texto, y añadió: "No diré nombres; todos sabéis a quiénes me estoy refiriendo".
Pujol acudió a la localidad francesa de Prada de Conflent para pronunciar la conferencia La inculturación de la Iglesia católica en Cataluña, en la Universitat Catalana d'Estiu. Lo que debía ser un parlamento sobre el papel del cristianismo en la construcción de las identidades nacionales, derivó asimismo en un ataque contra el sector más conservador de la CEE, liderado por el cardenal Antonio Maria Rouco Varela.
Pujol hizo una petición al cardenal Rouco Varela y al arzobispo Antonio Cañizares: "No me hagan escuchar la misma música que escuché en los años cuarenta porque ni yo ni mis amigos y familiares la aprendimos nunca".
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