Multados por error decenas de vecinos de Las Letras al aparcar en su barrio
Una mutua denuncia que sus asociados, residentes en la zona, acumulan 542 multas
Las multas son también para los residentes en el barrio de Las Letras, en el distrito de Centro. El Comisariado Europeo del Automóvil denuncia que 125 de sus 716 asociados vecinos de esta Área de Prioridad Residencial acumulan ya 542 sanciones por aparcar o entrar en esta zona restringida al tráfico desde septiembre de 2004. Los vecinos se quejan de que las cámaras que registran las matrículas en los accesos al barrio no funcionan bien. Aseguran también que son sancionados por hacer lo que deben: aparcar el coche en una de las 587 plazas para residentes.
"Multar a los no residentes por aparcar o entrar en el barrio es una cosa, pero sancionarme a mí, que tengo tarjeta de residente y me he dado de alta como tal, pasa de castaño oscuro", se lamenta Carlos Gómez, de 37 años y vecino del barrio de Huertas desde hace 14 años.
El Consistorio convirtió hace casi dos años las 40 hectáreas de esta zona, comprendida entre el Paseo del Prado y la calle de Atocha, en Área de Prioridad Residencial. Desde entonces, los viandantes, las ambulancias, el transporte público, los vehículos de los residentes y las furgonetas de reparto, entre las ocho y las once de la mañana, son los únicos que pueden circular por Huertas.
La portavoz del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), Nuria Alonso, afirma que las videocámaras, instaladas en los nueve accesos a la zona, cometen errores. Las cámaras, que funcionan desde el 4 de mayo de 2005, captan los datos de la matrícula del coche que accede, los envían a un ordenador central que verifica si el conductor del vehículo es residente o no, y en caso contrario mandan los datos a la policía para que tramite la correspondiente multa de 90 euros.
Según datos de la Dirección General de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, ya han sido multados 159.621 vehículos por acceder al barrio en un año, en aplicación del artículo 62 de la Ordenanza de Circulación, que penaliza a quien "circule o estacione el vehículo en una zona reservada o restringida al tráfico". Pero, según CEA, los vecinos también son sancionados: 524 en un año.
Alonso explica que CEA empezó a recibir quejas de sus asociados en 2005 cuando agentes y videocámaras comenzaron a aplicar la ordenanza. "Algunos vecinos acumulan un número ingente de sanciones", apunta. Es el caso de Carlos Gómez, residente en el número 4 de la calle del Gobernador, que tiene ya 34 multas. "Las tengo de todos los colores", bromea. "Por aparcar el coche en una plaza para residente, por infracción por acceso por vía restringida".
Distintivos inútiles
Desde Movilidad dicen que basta con dirigirse a la oficina de atención al ciudadano del barrio, en la calle del Gobernador, 39. En un plazo de 48 horas desde la recepción de la multa, el afectado puede subsanar allí el error. "Nuestros clientes están hartos de acudir a la oficina", afirma el presidente de CEA, Eugenio de Dobryne. "¿De qué sirve tener una tarjeta de residente, una matrícula registrada si cada dos por tres te toca dejar tus quehaceres e ir a la oficina?", se pregunta molesto.
De Dobryne no duda en tachar el sistema de vigilancia de "ineficaz", "pernicioso para residentes y comerciantes" y "favorable para el Ayuntamiento", que "recauda un dineral". El presidente de CEA ha sufrido también las contrariedades del sistema: desde mayo le han multado 18 veces. "Creemos que se trata de un problema de cruce de datos en el ordenador central", explica. El Ayuntamiento asegura que el sistema de las videocámaras funciona.
El empleado de la oficina dice que, cuando la medida entró en vigor hace dos años, era un caos: "Ahora hay menos quejas", afirma. Pero los viernes las colas a sus puertas se repiten: "Las personas mayores acuden a pedir permisos de acceso puntual", explica.
Algunas personas mayores solicitan que sus hijos puedan acceder en coche a la zona en fin de semana. Pero muchos, como María Robles, no lo consiguen: "Mi hijo se cansó y ya no viene a verme", cuenta.
La asociación vecinal del barrio reclama que los letreros informativos sobre el Área de Prioridad Residencial sean visibles. "Bastaría con que fueran más grandes y luminosos", señala el presidente de CEA.
Son muchos los que acceden al barrio sin darse cuenta. "Fui a la calle de la Alameda para inscribirme en un máster de arte; no vi el cartel en el acceso a la zona, y a los dos días tenía la multa en casa", cuenta Ignacio Martín, de 21 años. "Se te quitan las ganas de volver", dice.
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