Defensa expresa la preocupación militar por los riesgos de la misión en Líbano

El Ministerio de Defensa español advirtió ayer de que "el nivel de riesgo y complejidad de la operación [en Líbano] es considerable". Lo hizo después de que el ministro José Antonio Alonso se reuniera con sus principales colaboradores -como el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, o el director del servicio secreto CNI, Alberto Saiz- para analizar el envío de tropas a dicho país. Los mandos militares han mostrado su preocupación por las incertidumbres que rodean la operación, ya que el Consejo de Seguridad se ha limitado hasta ahora a ampliar la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), que, con 258 muertos, es la que ha tenido más bajas en la historia de la ONU.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró ayer que, para que España envíe tropas, debe haber "un alto el fuego real", un "cumplimiento por todas las partes" de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad y "unas garantías de lo que va a ser el desarrollo [de la misión] desde el punto de vista operativo". Philippe Douste-Blazy, ministro de Exteriores de Francia, país que encabezará la fuerza de la ONU en Líbano, dijo en Beirut que es esencial que "el despliegue [de los cascos azules] se haga lo antes posible".

Por su parte, el Gobierno libanés anunció ayer que ha ordenado el despliegue inmediato de 15.000 soldados al sur del río Litani, una condición previa para la retirada israelí. El Ejecutivo aseguró que las primeras unidades llegarán hoy una zona arrasada por 33 días de guerra. El Ejecutivo de Beirut descartó, sin embargo, que vaya a desarmar por la fuerza a la milicia chií de Hezbolá.