Una ciudad con 100 barrios
"Se dan palizas gratis", aseguraba una pintada de un barrio de Madrid. Sería en broma, vamos: luego seguro que te clavaban. Si cada 100 neuronas fueran una persona -y esa impresión damos a veces-, la mente humana podría pintarse como una ciudad de 100 barrios: Ramonyland. Las mercancías crudas entran a unos barrios por los que yo no le aconsejaría pasear, coronel, pero cuando logran salir por los bulevares del quiero y no puedo, ya van en fila de a 12 y más tiesas que un 8: las líneas horizontales por aquí, las de pendiente 30º por allí y en ese plan. En estos barrios ya no dan gratis ni las palizas, pero la gente es igual y las líneas saldrán de allí clasificadas en polígonos, luego abstraídas en objetos y después combinadas en una gramática de las formas, capaz de pronunciar la cara de mil personas en los 100 gestos y orientaciones que has visto y en los millones que no verás. En los barrios de la frente moran la física, la filosofía y la poesía. Y el miedo a la muerte, que es la suma de las tres. El córtex es la sede de la mente, y su unidad básica es la columna: una casa de Ramonyland. Hay locales, un principal, pisos vulgaris y las buhardillas. Quiero que imaginen una sociología de Ramonyland que ilustre el flujo de información en el córtex: el input llega al principal y se bifurca a los comercios y a los pisos vulgaris. Los vulgaris hablan con otros vulgaris y discuten la noticia por todo el barrio, pero los que sacan la información del barrio son los tenderos, y ya saben dónde la entregan: a los del principal del otro barrio. Pero eso no es todo, porque nuestra mente es un generador de mundos, y se pasa la vida proponiendo hipótesis que compensen la escasez de datos: hay un retroflujo de lo abstracto a lo concreto (y de la frente a la nuca), y éste llega a las buhardillas, que lo transmiten directamente a sus locales comerciales para que se lo pasen a las buhardillas del siguiente barrio. Viaje a Ramonyland. Sus habitantes sólo tienen 100 neuronas, y dan palizas gratis. Lean también media docena de excelentes soluciones al enigma del circo en blogs.elpais.es/elenigma/, incluido un número en directo del asombroso mago Rotaflex.
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