Culos al sol
Dos traseros como dos soles. Dos ciudadanos -él y ella- vistos desde popa, mostrando su poderío al lector en una playa. Y no estaban solos. Había alguna que otra nalga al viento, pero más desdibujada. En las páginas del Domingo nos poníamos transgresores, actitud fruto de esa vocación moderna y desprejuiciada con la que habíamos nacido.
¡Dos culos! Era una foto grande, que ilustraba un reportaje titulado Los nudistas, contra España e Italia. En su congreso en Hannover, los naturalistas habían decidido un boicoteo turístico para 1977 contra ambas naciones. Pero nosotros lo teníamos claro: "Muy pocos países civilizados", escribíamos, "no aceptan aún el nudismo como fenómeno inofensivo y creciente, ajeno a cualquier suspicacia erótica".
No hacíamos como Luis María Anson en su época de Abc, que publicaba fotos de subsaharianas con los pechos al aire, pero se los tapaba con unas tiras blancas, como se hace ahora con los ojos de los niños o de los escoltas.
Nuestro reportaje era cañero. Las conclusiones de la Federación Internacional de Nudistas hablaban de "guerra a los dos países subdesarrollados del naturalismo -Italia y España-", de "posibilidad de armisticio con Grecia" -al parecer, los griegos se iban destapando- y de "ayuda a los nudistas oprimidos", entre los que citaban a los de Baleares y Tenerife. Lo de nudistas oprimidos era quizá lo más impactante. Aquí se había oprimido a pensadores, a trabajadores, a estudiantes, a sindicalistas... Y ahora descubríamos, gracias al congreso de Hannover, que había también nudistas oprimidos. Se nos incrementaba el trabajo para liberarnos.
También dábamos noticias para cubrirse (de vergüenza). Por ejemplo, la del estudiante de 19 años muerto en Almería por disparos de la Guardia Civil cuando realizaba una pintada. El guardia, obviamente, según moda de la época, se cayó, y se le disparó el arma.
Y llevábamos titulares como éstos: La vida política italiana, paralizada por las vacaciones. Como todas las vidas políticas en verano, dirán ustedes. Pero quizá significaba una velada crítica a nuestros compañeros de opresión nudista, porque, días antes, habíamos publicado aquello de: El Gobierno no descansará en agosto. Los de casa, mucho menos frívolos.
Otro titular memorable en una información previa a la cumbre de países no alineados: El mundo no cambia en la medida de nuestros deseos, pero cambia. ¿Clarificador, no?
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