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Los abusos empañan el éxito del dominio '.eu'

Ya hay más de dos millones de sitios registrados, pero se sospecha que 74.000 son ilegales

Andrea Rizzi

La identidad europea en la Red, .eu, cumplió sus primeros dos millones de sitios hace días. Con cuatro meses de vida, el dominio común de la Unión Europea es ya el séptimo más utilizado del planeta, aunque la distancia que aún le separa de los más de 50 millones del .com sea aún abismal.

Sin embargo, el notable éxito en el número de inscripciones en el registro europeo está en estos días siendo oscurecido por la sombra de lo que podría ser una mega estafa. Eurid, el consorcio encargado por la UE de gestionar el .eu, ha bloqueado en las últimas semanas 74.000 sitios, y ha denunciado ante la justicia belga a 400 de las empresas acreditadas para registrar sitios europeos por cuenta de los usuarios. Eurid mantiene abiertas sus investigaciones, ya que la trama podría ser más amplia.

Eurid ha denunciado ante la justicia belga a 400 empresas establecidas en EE UU
Varios expertos creen que la trama puede ser más amplia de lo conocido hasta ahora

"Creemos que detrás de esos 400 registradores se oculta un único sujeto, que ha hecho acopio de sitios .eu, no por encargo de los usuarios, sino para almacenarlos y revenderlos en el futuro, cuando hayan adquirido un elevado valor de mercado, y eso sería ilegal", explica Patrik Lindén, portavoz de Eurid, en una conversación telefónica desde Bruselas. Lo mismo denuncian, desde el día del lanzamiento del nuevo dominio, miles usuarios de la Red.

Hay que ir al 7 de abril para entender lo ocurrido. Hasta entonces sólo habían podido inscribirse instituciones y dueños de marcas registradas, pero ese día se abrió la puerta al público, es decir, se lanzó la gran carrera. Es fácil entender el valor que pueden llegar a tener sitios como travel.eu o sex.eu, habida cuenta de que hay un floreciente mercado de compraventa de sitios. En 2006, el récord lo ha alcanzado hasta ahora diamond.com, vendido por seis millones de euros.

Ese día, las 1.600 empresas registradoras acreditadas por Eurid empezaron a bombardear el registro central con las peticiones de sus clientes. Cada una de ella tenía un número limitado de posibilidades por minuto, para garantizar que cada competidor -independientemente de su tamaño empresarial- tuviese las mismas oportunidades. "Pero había un hueco en el sistema", denunció ya el 9 de abril en su blog Bob Parsons, el director ejecutivo de la empresa registradora líder mundial, GoDaddy. "Era demasiado fácil acreditarse. Así que algunas empresas, sencillamente, han creado centenares de registradoras fantasma, y las han acreditado". Resultado: multiplicar por cientos la capacidad de petición y acopio de sitios .eu de un sujeto, el día de la gran carrera.

Parsons calcula que hubo "al menos unas 700 de esas empresas fantasma last minute. La gran mayoría de ellas no tiene ni siquiera un sitio web. ¿Cómo podían recibir peticiones de los usuarios sin siquiera tener una web?", preguntaba el ejecutivo, que el 11 de abril ya había localizado las 400 registradoras denunciadas ahora por Eurid. Parsons las rebautizó como "los fantasmas de Nueva York, y no porque fuesen un equipo de baloncesto", sino porque todas ellas estaban ubicadas en esa ciudad estadounidense. Según él, no había duda posible de que todas ellas no trabajaban para satisfacer los encargos de los usuarios -la única actividad legítima-, sino sencillamente para almacenar y luego subastar. "El .eu ha sido secuestrado, y las víctimas son los europeos, que tendrán que pagar más por sus sitios", concluía Parsons.

A sus críticas y a las de muchos usuarios sobre la falta de un efectivo filtraje por parte de Eurid, Lindén, el portavoz del consorcio, responde que "Eurid no podía desechar competidores por el sencillo hecho de que eran recién establecidos o con escasos medios. Había que garantizar a cualquiera la oportunidad de montar una empresa y participar en la competición. De otra forma habríamos protegido sólo los intereses de las empresas ya establecidas. Nosotros dimos la posibilidad de competir, con unas condiciones básicas de entrada y con la obligación de cumplir el contrato. Creemos que estas 400 operadoras han incumplido el contrato, y es ahora cuando intervenimos", dice.

"Yo creo que Eurid ha actuado bien", observa Javier Sáenz, director del área internacional de Arsys, la empresa registradora líder en España. "Ser restrictivo a priori significa inhibir la libre competencia. Eso es negativo para el acercamiento del público a Internet. Es mejor actuar a posteriori. Estoy convencido de que Eurid subsanará correctamente la situación". Sáenz cree "hay más" de lo que se ha destapado de momento. Las 400 registradoras son sólo la primera fase. Pero ¿quién está detrás de ellas? Todas las de la discordia tenían su sede en Estados Unidos (624 de las 1.560 en competición tenían sede allí). Oficialmente, detrás de las 400 están las sociedades Ovidio Limited, Fausto Limited y Gabino Limited, registradas en el Reino Unido, pero operantes desde Chipre. Las tres, sin sitio web operativo. Las tres, una pantalla. "Detrás de esto hay un registrador que conoce bien la legislación, que ha dado de alta a los 400 y ha constituido tres sociedades pantalla", dice Sáenz. Quién sea tendrá que aclararlo la justicia belga, ante la que la denuncia ha sido presentada.

Las sospechas se levantaron ya antes del 7 de abril. "Nos pareció muy raro que, de una semana para otra, se incorporaran de repente 400 registradoras ubicadas todas en EE UU". Otros datos alarmaban: en una estadística del 15 de abril de la propia Eurid, Chipre había registrado más sitios .eu que Francia y el triple que España, pese a tener una población enormemente inferior. Algo no cuadraba. Sospechas está levantando también el dato de Malta. Hoy día tiene más sitios que varios países mucho más poblados.

Una breve excursión a través del mundo .eu delata que el lanzamiento de la denominación europea ha despertado el apetito voraz de muchos buscadores del negocio fácil... Si hallo.eu, travel.eu y businessmedia.eu están entre los suspendidos, entre los activos se encuentran cosas significativas. Sex.eu, Buy.eu y Sell.eu, por ejemplo, pertenecen todos a la empresa sueca Yellow Register. ¿Cómo pudo una sola sociedad acaparar tantos sitios de primera en medio de miles de demandas, se preguntan muchos usuarios? Gordon McCormack, un usuario encolerizado, denunció a Eurid que de los 13 sitios que había pedido, no le fue asignado ninguno. De ellos, nueve fueron copados por Ovidio Ltd.

En Roma.eu aparece una empresa de ventanas para buhardillas. En Beckham.eu, una de servicios de Internet. Ronaldinho.eu pertenece a tal Piotr Brzostowski, ciudadano polaco, mientras que en Almodovar.eu directamente se encuentra el siguiente anuncio: "Este dominio se vende". El cineasta, naturalmente, no tiene nada a que ver con ello. El sitio está a nombre de una sociedad luxemburguesa.

Estas prácticas no son nuevas. Sin embargo, en este caso, el fenómeno parece tener dimensiones y características excepcionales. El riesgo es que ello pueda perjudicar la credibilidad del .eu. "Pero yo no creo que vaya a ser así", observa Sáenz. "Internet es un reflejo de la sociedad. Aquí y allí hay gente que intenta jugadas poco limpias. Pero lo que queda de esta historia es que la ley existe, y que al que va de listo se le detecta y se le denuncia".

Un sitio europeo, 20 euros al año

La denominación .eu fue creada para afirmar la identidad europea en Internet, un mundo creado y dominado por los estadounidenses. Todas las personas físicas y jurídicas tienen derecho a registrar sitios .eu. El usuario que quiera hacerlo tiene que dirigirse a una empresa registradora. Eurid, el consorcio que gestiona la denominación, cobra a estas empresas 10 euros al año por un sitio. Las registradoras, a su vez, ofrecen el servicio a los usuarios por precios de unos 20 euros.

"El procedimiento es sencillo", explica Javier Sáenz, director de Nombres de Dominio y del área Internacional de Arsys, la empresa líder en el mercado español.

"El usuario tiene que indicar el nombre que desea", señala. "Si está libre, no hay problema. Si ya está registrado, es posible averiguarlo" y, eventualmente, hacer una oferta para adquirirlo. O denunciar al dueño, si este se ha apoderado de una marca registrada o de un nombre notorio. "Si así es, el legítimo titular de la marca, o del nombre famoso, puede obtener judicialmente una decisión que reasigne el sitio", explica Sáenz.

El procedimiento es igual prácticamente para todas las denominaciones, aunque algunas -como el .es- admiten que el usuario se dirija directamente al gestor del registro, sin pasar por intermediarios.

Los dos millones de sitios .eu registrados le colocan en el tercer puesto en la lista de dominios territoriales, después del dominio alemán y del inglés. Puede sorprender que el estadounidense esté más atrás en la lista, pero eso se debe a que en EE UU casi todos optan directamente por los .com.

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Sobre la firma

Andrea Rizzi
Corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los sábados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opinión del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).

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